¿Llegaste al tercer piso y piensas que estás sufriendo una crisis peor que a los 25 años? Relájate porque estás entrando a una etapa genial que, aunque va a requerir un ligero cambio en tu estilo de vida, también tiene increíbles recompensas.
Estas son 10 situaciones que seguramente estás enfrentando:
Las resacas son tu peor pesadilla
Admítelo, cada vez que te vas de fiesta cuidas la cantidad de alcohol que ingieres porque sabes que al otro día no vas a soportar la resaca. Lo peor de todo es que ya no se cura con sólo tomar agua como cuando tenías 20 años. La resaca a los 30 puede convertirse en el motivo que te tumbe en la cama todo el día con apariencia de indigente. A eso agrégale las náuseas y dolor de cabeza…
Comienzas a preocuparte por tu alimentación
Aunque lo niegues, poco a poco estás comenzando a limitar tu alimentación para cambiar la chatarra por comida más saludable, pues ahora sí te preguntas:¿A dónde se va todo lo que como en el día? Es triste porque a veces te dan ganas de asaltar el refrigerador como cuando eras una adolescente y te daba igual comer pastel seguido de helado y frituras.
¿Que no las canas sólo le salen a las abuelitas?
Si te alarmabas porque a tus veintitantos te salía una cana, a los treinta se vuelve una situación mucho más habitual, así que aprende a aceptarlo y si te causa mucha ansiedad consigue un tinte para hacer retoques.
¿Arrugas? ¡¡Nooo!!
Es hora de que comiences a pasearte por los pasillos de las cremas de cuidados especiales para el cutis, pues probablemente te encuentres con algunas arrugas frente al espejo. No te alarmes, sólo modifica tu rutina de belleza para prestarle más atención a la piel de tu rostro, cuello y manos.
¿Ejercicio? Okay
A esta edad es probable que comiences a considerar una buena rutina de ejercicio, pues seguro notaste que tu piel ya no es tan firme como antes. Recuerda que nada va a funcionar si no llevas también una dieta saludable.
Sabes quienes son tus verdaderos amigos
Aprendes a identificar a las personas que realmente van a estar para ti siempre, y valoras más su presencia en tu vida; no importa que los veas diario o una vez al año, porque ahora sabes cuáles son las características de un verdadero amigo.
Te vale lo que los demás piensen y digan de ti
Tal vez antes te afectaba demasiado lo que las personas pensaran sobre ti, pero hoy eres más segura de ti misma y no necesitas que alguien te haga un reconocimiento para que sepas cuáles son tus logros. De igual forma ya se te resbalan los chismes y prefieres alejarte de situaciones tóxicas.
Tienes mejor situación financiera
Tal vez no eres Bill Gates pero seguro ya tienes un trabajo estable y ahora posees el poder económico que te habría encantado tener a tus veintitantos para comprarte un montón de cosas que no necesitabas, sólo que esta vez eres más consciente de que es necesario ahorrar dinero para asegurarte un mejor futuro.
¿El mejor sexo de tu vida?
Cuenta la leyenda que a los treinta años el sexo se vuelve mucho mejor, pues ya conoces con mayor precisión cuáles son las cosas que más te gustan, además de que tu autoconfianza aumenta; lo que es sumamente importante para disfrutar las relaciones sexuales.
Haces mejores elecciones amorosas
A diferencia de cuando tenías veinte años, hoy eliges mejor a tus pretendientes, pues ya no importa solamente el físico. Ahora buscas a un hombre maduro que sepa lo que hace y hacia dónde quiere dirigirse. Del igual forma has aprendido que cuando algo no funciona lo mejor es soltar y aprender las lecciones para continuar.
Como ves, llegar a los treinta no es tan malo como pensabas, así que dedícate a disfrutar de esta increíble etapa, y recuerda que la que es genial lo va a seguir siendo a los 30, 40, 50, 60 y más. Take it easy. 😉