No nos sorprende que sea precisamente un país nórdico el que muestra esta iniciativa, pues a menudo esa zona del planeta demuestra estar a la vanguardia en temas de derechos humanos, y en esta ocasión no es la excepción, pues Islandia acaba de aprobar una ley que exige a sus empresas el pago igualitario entre hombres y mujeres, convirtiéndose en el primer país en exigir igualdad salarial sin importar el género, nacionalidad, sexualidad o etnia del empleado.
De acuerdo a la reciente y fabulosa noticia, toda empresa que tenga 25 empleados o más, deberá obtener una certificación que demuestre que hombres y mujeres ganan el mismo sueldo por el trabajo que realizan (sin importar su género). La certificación aplica para empresas públicas y privadas que deberán demostrar que aplican un verdadero pago igualitario.
Para 2022 Islandia espera erradicar la brecha salarial por género, como lo explicó el ministro de Asuntos Sociales e Igualdad, Thorsteinn Viglundsson:
Tenemos que asegurar la justicia en el lugar de trabajo y es nuestra responsabilidad tomar todas las medidas para lograrlo
Mientras tanto en el resto del mundo la situación es penosa, pues de acuerdo a cifras oficiales de la Organización Internacional del Trabajo, la brecha salarial de las mujeres respecto a los hombres es de entre 15 y 20 por ciento, lo cual nos deja en una clara e injusta desventaja.