La familia real de Holanda convirtió el Estadio Beira do Río en una Casa de Orange.
El rey Guillermo Alejandro y su esposa Máxima, nacida en Argentina, visitaron Brasil y asistieron al partido del miércoles entre la selección holandesa y Australia en esta ciudad meridional.
Los monarcas, amantes de los deportes, se unieron a miles de hinchas holandeses vestidos de anaranjado en el estadio, y a miles más de australianos que llevaban la camiseta oro y verde de su selección.
Fue casi un partido de local para Máxima, en una ciudad no muy lejana de Argentina.
Guillermo Alejandro y Máxima suelen asistir a sucesos deportivos, como los Juegos Olímpicos. El rey fue miembro del Comité Olímpico internacional antes de ascender al trono el año pasado.