Tener una cocina a la última implica necesariamente tener también una cocina sostenible. Las casas de electrodomésticos, que ya entendieron este concepto hace tiempo, lanzan al mercado líneas más respetuosas con nuestro entorno. Si bien, son un poco más caros en la compra, resultan tremendamente económicos porque hace que la factura de la luz se reduzca considerablemente, sobre todo, en casos como la lavadora, secadora o lavavajillas.En este sentido, Whirpool ha desarrollado el proyecto "GreenKitchen" para desarrollar un espacio limpio y muy vinculado al cuidado del medioambiente. Así por ejemplo, su campana y el horno "6º sentido" se autorregulan para sólo gastar lo necesario, esto es, la campana adapta su potencia a la cantidad de humo que se produzca en el área de los fogones.Fagor también ha demostrado estar muy concienciada con la necesidad de proteger nuestro planeta. Además de ahorrar energía, los materiales también siguen procesos muy rigurosos para contaminar lo menos posible durante la fabricación de los mismos. En el caso de las vitrocerámicas se emplea el vidrio "Schott Ceran" que está libre de materiales tóxicos