Decorar no significa gastar mucho dinero, sino recuperar, renovar, reciclar, cambiar… y todos estos son sinónimos de ahorrar. Por esta razón, una forma de ahorrar y luchar contra la crisis económica, es restaurar viejos muebles que en otro tiempo hubiéramos tirado y comprado nuevos.Antes de empezar con la tarea de restauración, es necesario un estudio previo de los desperfectos, los materiales y las técnicas necesarias para su arreglo. Una pieza antigua o de herencia puede convertirse en un pequeño tesoro con una buena restauración. Sigue algunas pautas básicas para hacerlo:-Valorar la pieza: Hay que comprobar si merece le pena restaurarlo o si va a ser muy costoso.-Materiales básicos: Lijas, pinceles, trapos de algodón, destornilladores, cuchillas, estropajos de aluminio, algodón y espátulas.-Limpiar el mueble: Es importante limpiar el mueble a fondo con un trapo bañado en agua y jabón. Déjalo secar totalmente.-Preparar la pieza: Se trata de eliminar cualquier resto de pintura o barniz. Para ello aplica un decapante con un pincel y retíralo con la espátula. Limpia el mueble con un trapo y disolvente y al final, líjalo.-Reparar golpes o piezas dañadas: Las pequeñas hendiduras desaparecerán si colocas un trapo mojado en leche y lo dejas actuar durante un buen rato.-Barnizar: Puedes barnizarla con brillo o con color. Dependerá del gusto de cada uno.