Los gustos y personalidad de los más pequeños de la casa van cambiando y adaptándose a su personalidad a medida que van creciendo. Su habitación, que es su refugio dentro de la casa, también debería hacerlo. Por eso, cada edad marca unas pautas orientativas para acertar con la decoración.Los primeros meses de vida
El dormitorio de un bebé requiere de mucha paz y tranquilidad, por lo que su habitación debe ser lo más armoniosa posible, con espacio para gatear y descubrir el mundo.Hasta los dos años la moqueta o alfombra puede ser muy útil, ya que así podrá moverse con comodidad. Además, en este período de tiempo requiere una cuna, y en un primer momento, un moisés, además de un cómodo cambiador de pañales.Estímulos hasta los 4 años
Entre los dos y los cuatro años, el pequeño despierta su energía y requiere por tanto de una estancia llena de estímulos. El color juega aquí un papel clave por lo que hay que escoger muebles y juguetes de tonos llamativos. Las paredes también se pueden pintar de algún color menos habitual pero tampoco demasiado desquiciante. Los materiales que lo rodeen también son importantes.Socializando: los 7 años
Cuando un niño tiene 5, 6 o 7 años aprende cosas nuevas continuamente, y además, ya va a la guardería, por lo que comienzan aquí sus relaciones sociales. El mejor modo de reflejar estos cambios en su habitación es a través de espacios que le permitan desarrollar su creatividad. Además, muchos niños manifiestan interés por algún color o personaje de dibujos del que podrás adquirir sábanas, colchas u alfombras.Cuando el estudio cobra importancia
A partir de 7 y 8 años, el niño empieza a tener deberes y tareas del colegio, de tal modo que un lugar que invite al orden será el idóneo. Tendrán que tener estanterías para libros y procura que los que más usan estén en los estantes de abajo. Asimismo se recomiendan colores suaves que ayuden a la concentración. Tendrás que ir equipando la habitación con cajoneras para distintos objetos, así como baúles y cajas para juguetes.