El cuarto de un niño debe derrochar paz y tranquilidad, sin dejar de ser alegre, dinámico y práctico. Todos los elementos: telas, muebles y colores deben estar coordinados entre sí, recordando que quien lo va a habitar es un pequeño.El diseño en general, debe invitar al juego, y no debe presentar formas o colores que pudieran resultar agresivos para los niños, ni que lo haga sentir distante del resto de las habitaciones. Lo más recomendable es que sea un espacio amplio y abierto, de forma que el pequeño pueda observar el resto de la casa.Cuando te animes a decorar una habitación infantil, debes recordar que el niño no va a utilizar su habitación sólo para dormir, sino que allí estará durante gran parte de su tiempo libre, jugando y haciendo sus tareas.Es muy importante saber qué es lo que les gusta a ellos, los animales, fauna y flora y en base de eso, decorar el dormitorio para que active su imaginación.Si la forma y tamaño de la habitación lo permiten, es recomendable que coloques los muebles junto a la pared, para dejar en el centro un espacio en el cual pueda jugar.