Las viviendas que tienen como punto de interés su dilatada historia y su talante rústico en sus amplias estancias merecen ser conservadas. Las plantas de la casa se rehabilitan de pies a cabeza, pero teniendo presente, en todo momento, una premisa básica: el respeto por los materiales originales.Así, las diversas reformas acometidas se deben centrar en la conservación y el mantenimiento de los materiales originales, como el suelo de toba. Y en su defecto con la incorporación de elementos que no rompan y armonicen con el estilo general de la casa. Un ejemplo de tal circunstancia se encuentra en las vigas de madera, que revisten y refuerzan los techos de la mayor parte de los habitáculos.Por otro lado, la eliminación de tabiques también tiene su papel estelar en la remodelación del hogar, ya que el resultado ha permitido disponer de estancias lo más amplías y despejadas posibles. Otro aspecto no menos importante se centra en la recuperación de la piedra antigua de las paredes, que bien puede alcanzar hasta el techo o bien conservarse hasta media altura. En el caso de las paredes a media altura, la parte restante se puede recubrir con una textura de cemento rebozado y pintado de un relajante color blanco.De esta forma, tras la acertada restauración, se dispone, si hay tres plantas, de un vistoso vestíbulo, una gran sala y al menos una cocina con office incorporado, además hay un confortable salón y dos dormitorios de invitados. En la tercera planta se instala el dormitorio principal, con un cuarto de baño contiguo y un acceso a una formidable terraza exterior.