La decoración al más puro estilo japonés está de moda. Sus elementos característicos son fácilmente distinguibles: muebles a ras de suelo en un ambiente de luz suave y relajante. Y es que la cultura japonesa en general, y la decoración en particular, impresionan por su sencillez, elegancia y belleza. Además, la presencia de los colores de la naturaliza, la luz tamizada y la versatilidad de muebles y espacios contribuyen notablemente a ello.En cuanto a los materiales, destacan la madera para las piezas de mobiliario y el algodón y la seda para las textiles. Por otro lado, existen materias primas con las que se ha trabajado poco en nuestras latitudes, como la paja de arroz de los tatamis o el papel proveniente de este mismo grano, empleado en la fabricación de lámparas, biombos y puertas correderas.Si pensáramos en algún mueble japonés, la mayoría señalaría al futón como el más representativo. Originalmente, este colchón milenario se elaboraba con capas de algodón superpuestas y cosidas entre sí. Su delgadez permite enrollarlo sin esfuerzo, por lo que "la cama aparece y desaparece con facilidad, creándose un espacio vacío durante el día", revelan los expertos de Haiku-Futón. En la actualidad, el futón es una mezcla de fibras naturales, básicamente capas de algodón en la superficie, y un núcleo de látex en el centro.El tatami, o suelo típico japonés, tampoco puede faltar en una decoración de este estilo. Se trata de planchas elaboradas con paja de arroz prensada recubiertas por una fina esterilla de igusa. Resulta un elemento muy cálido y amable que invita a sentirlo con el pie desnudo.Los shojis, o puertas correderas se componen de madera y papel de arroz, un elemento que permite el paso de luz, pero la tamiza para que no sea demasiado directa. Otros imprescindibles de este estilo son los biombos, las lámparas, las mesillas o los fantásticos convertibles.