Imagina vivir en un balneario. Notar cómo el tiempo se para y sólo estar pendiente de a qué hora tiene el masaje shiatsu, la reflexología de manos y pies o el tan famoso masaje tailandés. Pues, ahora lo puede conseguir. Basta que acondicione su casa, la llene de aromas, caliente unas cuantas toallas y aprenda lo mínimo para conseguir relajar a su pareja_Lo mejor será comenzar con un gran baño. Ayúdese de velas, de aromáticas velas que den la luz necesaria para no perderse. Y después convierta el dormitorio en una gran camilla de masajes.Conseguirá que su pareja experimente una sensación maravillosa, que le haga flotar. En algunos momentos se ayudará de las manos, en otras colocará unas piedras calientes por la espalda, en otras tan sólo acariciará su piel. La creatividad de cada uno es la mejor técnica, el mejor recurso y la mejor solución para llevar el encanto de un balneario a cada rincón de su casa. Un masaje, el mejor regalo posible.