Debes consumirla natural, pues al pasteurizarla para jugo o en almíbar pierde sus propiedades.
Cada vez que tengas tentación de picar algo fuera de las comidas, cómete dos rodajas de piña; llévala contigo siempre en un pequeño recipiente. Mastícala bien para que las enzimas de la piña hagan efecto sobre tu cuerpo.
Antes de cada comida, cómete una o dos rodajas de piña para tener menos hambre.
Toma dos litros diarios de agua natural para ayudar a eliminar los desechos del organismo.
Por las mañanas, tómate en ayunas esta bebida de piña: mezcla un vaso de agua natural, el jugo de medio limón y cuatro cucharadas de jugo natural de piña. Además desayuna dos rodajas de piña con un yogurt desnatado.
Para merendar repite la bebida, siempre preparada al momento.
A partir de ahora, un día a la semana incorpora a tu alimentación habitual la bebida de piña y desayuna dos rodajas de piña con un yogurt descremado.
CONSEJO
Antes de plantearte seguir esta dieta deberás consultar con tu médico. En general, los niños, las mujeres embarazadas y las persona en tratamiento médico continuado deberán abstenerse de llevar a cabo este tipo de regímenes.