La alfalfa o científicamente conocida como medicago sativa, es una planta con pequeñas flores púrpura que crecen en racimo. Por sus beneficios ha sido utilizada tanto medicinal como alimentaria.
Contiene vitaminas del grupo B, A, C y E, y minerales como el calcio, cobre, cromo, hierro, magnesio, selenio y zinc. Además posee gran contenido en proteína vegetal, nos aporta flavonoides, fitoestrógenos (isoflavonas y lignanos), fitoesteroles, saponinas, tirotropina, cumarinas y enzimas digestivas.
Los beneficios de su acción medicinal destacan a la alfalfa como antipirética, antiinflamatoria, cardiotónica, antibacteriana, estomacal, diurética, antioxidante y fungicida.Mira todo lo que puede hacer por ti:
Si tu digestión es pesada y lenta, tomar una infusión de alfalfa después de la comida para ayudarte a mejorar los procesos digestivos y contra la odiosa inflamación abdominal.
Debido principalmente a su contenido en cumarinas, el consumo de alfalfa tiene éxito en casos de dermatitis, psoriasis, eccemas, acné y heridas.
¿Cansancio? Por su alto contenido es una planta que nos da vitalidad.
Alfalfa para retención de líquidos. Otro efecto de la alfalfa sobre el organismo es que estimula la eliminación de líquidos, algo muy beneficioso para las personas que sufren de edema y de retención de líquidos.
¿Cómo incluyo la alfalfa en mi alimentación? en forma de germinado es excelente en ensaladas. Los brotes se consumen siempre frescos, no se cocinan. Las hojas de la alfalfa las podemos consumir en sopas, purés, guisos, etc. igual que como cocinarías espinaca o acelga. En té, añades una cucharadita de hojas de alfalfa cortadas y echa 200 ml de agua muy caliente. Tapa y deja reposar durante 5 minutos. Después colamos y bebemos poco a poco según se va enfriando. Tambien puedes agregarla a tus batidos, o consumirla en agua fresca junto con piña y limón.