La cara de Belén Rueda es una extraña combinación de luces y sombras. Si sonríe, se ilumina como la de aquella chavala pizpireta que salía con Emilio Aragón en "Vip noche"; si se pone seria, asoma la serena belleza de sus 41 años y sus ojos adquieren un aire melancólico. A esta edad, saborea las mieles del éxito con la película "el Orfanato", a pesar de que acaba de ser excluida de la lista de candidatos al Oscar 2007. Belén da vida a Laura, que ve desaparecer a su hijo en las entrañas de un extraño caserón. Ella misma -que en la vida real perdió a una de sus hijas- propuso adelgazar ocho kilos durante el rodaje para que se viera mejor el avance de su sufrimiento. Pide permiso para dar rienda suelta al vicio que adquirió en "Periodistas" y enciende un cigarrillo.-El personaje de Geraldine Chaplin, una vidente, dice que «no hay que ver para creer, sino creer para ver». ¿Cree usted en el más allá, en espíritus y mediums?
-Vivimos tan rápido que no nos paramos a pensar en por qué pasan las cosas o en las coincidencias, pero cuando te ocurre algo extraordinario, muy bueno o muy malo, escuchas más lo que pasa en tu vida y te das cuenta de que hay cosas sin explicación. Más que decir que creo en lo sobrenatural, hay momentos en los que la mente, para defenderse, necesita creer que hay algo aparte de esta vida.-Guillermo del Toro cuenta que su abuela le exorcizó dos veces con 6 años y que le mandaba al colegio con chapas de refrescos clavadas en los pies. Dice que todo ese imaginario católico le produce mucho miedo. Será difícil que a usted le haya pasado algo así… ¿O no?
-Venimos de una generación en la que la religión era muy importante en la educación, pero no se explicaba bien y eso te creaba ciertos miedos. Según va pasando la vida, se te van quitando algunos y otros se hacen más grandes. Cuando una persona querida desaparece, la rabia y el dolor te hacen cambiar de idea sobre algunas cosas. Pero Guillermo tiene razón, puede que algo te dispare la imaginación, pero si tienes una experiencia así deberías de poder hablarlo con más libertad, sin que la gente piense que estás como una cabra.-¿Acaso ha vivido usted algo así?
-Directamente no, pero para preparar esta película he visitado a personas que están en este mundo sobrenatural. Y no sé hasta qué punto creía lo que estaba pasando ahí, pero sí hay momentos en que te da cierto escalofrío.-¿A qué tipo de gente ha visitado?
-A mediums, a personas que dicen estar en contacto con desaparecidos. Y la gente te habla de sus experiencias, cuando de repente han notado que había alguien… Un periodista en Toronto contó una cosa que le pasó a raíz de haber visto la película. Para "Mar adentro", leí un libro sobre la muerte escrito por una cirujana que se dedicaba a cuidados paliativos y dice cosas que no crees del todo, pero dejas una puerta abierta.-Dice que se asustó bastante al leer el guión una noche sola en casa.
-Ja, ja, es que yo soy muy miedosa, imaginativa y fantasiosa, y con este tema todo eso se dispara. Si oía cualquier ruido… Mi casa es nueva y tiene mucha madera que se está asentando. Yo eso lo sé, pero una noche, con todos durmiendo, leía yo el guión y, de repente, oí a mi espalda un tremendo ¿plaf! Miré detrás creyendo que se había caído una silla, pero nada se había movido, así que pensé: ¿Santo cielo, es alguno de los del guión que ha venido a visitarme!. Ja, ja… Ha habido momentos en los que me he dejado atrapar tanto por el miedo que me he dicho: Si alguien que está en el mundo de los muertos me visita, bendito sea. Ojalá pudiera hablar con él; no tiene por qué ser malo, sino algo bueno, ¿no?
-¿Es usted fan del cine de terror?
-Como soy miedosa hay películas que no he llegado a ver hasta el final: "El Resplandor", "Carrie", "El exorcista"… Pero el miedo psicológico de Hitchcock me apasiona.-«Creo que la mente tiene un poder muy grande», ha dicho usted. ¿Qué le gustaría conseguir con la suya?
-Cuando pasas un mal momento y la gente dice: «Ya verás cómo cuando pase el tiempo todo se apaciguará». Pues me gustaría que ese tiempo no fuera tan largo. Se habla de una medicina en la que la mente es muy importante para sanar; desearía que fuera realidad.-Dicen de usted que es valiente.
-Inconsciente, ja, ja, ja…-Se ha apuntado a la moda de las caras afiladas en el cine español, como Maribel Verdú. Parece un homenaje a actrices como Lola Gaos, Terele Pávez o incluso la misma Geraldine Chaplin. Ayuda un rostro anguloso a la hora de interpretar un personaje dramático.
-Te podría dar ejemplos de otras actrices que no son tan delgadas pero dan un tono dramático. Cuando haces un papel así, intentas que tus ojos sean el rasgo más importante de tu cara, adquieren una inportancia que, aunque tu rostro no sea anguloso, lo llega a parecer.-¿Se acuerda de "Vip Noche"? ¿Qué queda de aquella presentadora que sólo prometía belleza y simpatía?
-Hombre, la vida con 20 años la afrontas diferente que con 40; las experiencias van haciendo mella en ti y en tu físico. Yo tengo un caracter muy positivo y un poco "happy". Eso me queda. Lo malo es que entonces, en algún momento podías parecer superficial, pero no, es que te creías invencible.
-¿Ha tenido que escuchar mucho de compañeros de profesión?
-Más que ahora, en el momento en que empecé a hacer ficción en televisión. Escuché y sufrí. Es igual que cuando alguien me dice: «Están saliendo vídeos de cuando empezaste, qué horror, ¿no?».
-Bueno, Penélope Cruz empezó en "La quinta marcha".
-Sí, en la misma época que yo estaba en "Vip noche". No hay que renegar de lo que has hecho, todo enseña. He tenido que escuchar cosas, pero a veces no es envidia, sino que esta profesión es muy injusta, hay muy buenos actores que no han tenido la suerte de demostrar lo que saben, eso es frustrante y hace que digas cosas que no piensas.- Durante este tiempo se habrán quedado mudos.
-El que lo piensa profundamente lo sigue justificando.