Lolita Flores, cantante

Lolita Flores, cantante

Lolita es madre, hija, hermana, cantante, pintora, compositora, actriz? Lolita es mucho. Aparece en vaqueros y jersey, con unas botas de baloncesto estampadas con siluetas rosas del ratón Mickey. Pero después empieza a desnudarse, a vestirse, a peinarse, a maquillarse, y le salen esos ojos gitanos de su padre y esa nariz tremenda que en ella es de faraona. Desplegado el poderío, empieza el sarandonga. Ser la hermana mayor, ¿qué te ha traído de bueno y qué de malo?Lolita Flores. De malo, la responsabilidad que te dan desde que eres pequeña; pero eso, a la larga, es bueno, porque te hace tener los pies en la tierra y mirar hacia el frente de una manera diferente. Desventajas no he tenido, sólo que las cosas de los hermanos pequeños casi las sientes más como madre que como hermana. ¿Tienes presente algún recuerdo de tu infancia que te haga sentir bien?L.F. Muchísimos, pero especialmente el recuerdo de meterme en la cama con mis padres y poder dormir con ellos cuando me diera la gana. Su habitación estaba abierta siempre y a la hora a la que te quisieras meter con ellos eras bienvenido. De hecho, mi padre, el pobre, a veces no tenía más remedio que sentarse en un sillón, porque no cabíamos.¿No había límite de edad para eso?L.F. No, ninguno. Estando yo ya casada y embarazada de mi hija Elena, cuando mi marido tenía que viajar, Rosario soltera y Antonio también, con 22 años uno y el otro más o menos eso? Y nos hemos bañado con ella… Para la gente era Lola Flores, pero para mí era mi madre.¿Cómo vivías las separaciones?L.F. Mal. Empecé a ir al colegio a los cinco años y hasta esa fecha viajábamos con mi madre, pero luego ya éramos tres y era imposible. Recuerdo que mi madre se ponía unas gafas de sol negras que le cogían toda la cara una semana antes, llorando, cada vez que nos abrazaba y nos daba un beso? Nosotros éramos chicos pero yo me he dado cuenta, con el tiempo, de que realmente eso te hace "pupa", el que de pronto desaparezcan y estén meses fuera de casa.¿Y con tus hijos, cómo lo llevas?L.F. Yo dejé a mi hija con cinco meses en Buenos Aires, con su abuela, y a los dos meses cuando fui a recogerla no me reconoció. Desde ese momento me juré que no iba a estar más de 15 días fuera de mi casa. Además, yo he tenido hijos para ser madre. Y si entre la madre y la artista una de las dos tiene que fastidiarse va a ser mi profesión, siempre. Los niños no, eso te lo aseguro. A mis hijos no les puedo dar más que amor y el tiempo que me quede libre es para ellos.Tu madre, ¿qué te dio?L.F. Muchísima calidad de amor. El tiempo que estaba, estaba. En cuerpo y alma.¿Crees que has heredado de ella esa manera de vivir la maternidad tan intensa?L.F. Yo siempre he deseado ser madre, y traer hijos al mundo para que te los críe otra, para eso mejor estar sola. Lo más grande que te ha dado la vida es un hijo. Yo esas mujeres que dicen que quieren más a sus maridos que a sus hijos no as he entendido nunca. Primero están mis hijos, y mi marido es parte de mi familia, pero no deja de ser un intruso que ha entrado en mi vida.De tu padre, ¿qué has heredado?L.F. El ritmo, sus ojos, su prudencia? Era un hombre que supo muy bien aceptar sus cambios en la vida.Da la sensación de que la pareja que hacían tus padres se compensaba bien.L.F. Mucho, porque mi madre era un torbellino y él era un hombre muy prudente. Sabía quién era Lola Flores, con quién se casaba.¿Con tus parejas también te has compensado así?L.F. Bueno, la prueba la tenéis en que me casé, duré 12 años y luego he estado 10 más sin pareja hasta que encontré a Pablo. Por las circunstancias, por mi profesión? Para mí no ha sido fácil.Manejas muy bien los retos de la fama, la prensa y la vida pública?L.F. Me van a poner un monumento en las Ventas, al lado de Antonio Bienvenida. Eso se llama lidiar. Pero con la verdad, siempre. Yo creo que la verdad es la mejor espada para ganar una batalla.Pero no sólo eso. La gente te quiere.L.F. Yo lo digo siempre, que soy una privilegiada. La gente me quiere porque me conoce, sabe que no hay trampa ni cartón; aparte del cariño heredado de mi madre.Todos dicen que tienes la cabeza muy bien amueblada. Has tenido que organizar una subjetividad muy fuerte para estar al lado de una mujer tan potente como tu madre y ser tú misma.L.F. Yo no hago planes de nada. Primero porque la vida me dejó claro que no se pueden hacer planes. Qué planes puedes hacer cuando la muerte se lleva en 15 días a tu madre y a tu hermano, así, sin avisar. O cuando hoy estás aquí y mañana te dicen que te han dado un premio de interpretación y empiezan a lloverte los guiones. Por eso el disco se llama "Sigue caminando", y yo estoy aquí con los brazos abiertos. Yo trabajaba con mi madre porque era la única que me dio una oportunidad en este país para trabajar. Y si no fuera por ella, que se inventaba "el concierto de las Flores", o que la llamaban de una televisión para ofrecerle un programa y decía: "Es que yo sola no lo quiero presentar, quiero que sea mi hija".

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