La cantaora aparca el flamenco y reúne versiones de Alejandro Sanz, Serrat, Luz o Maná en "Joyas Prestadas". «He madurado, pero conservo la inocencia», dice.Hija de un militar payo y una cantaora gitana conocida como "La Pastori", María Rosa García nació hace 28 años con duende. O al menos eso dice su biografía aprócrifa que soltó Camarón cuando la invitó a compartir las tablas del Teatro Andalucía de Cádiz. Para entonces, a la niña de "La Pastori" se la había oído ya cantar en peñas y concursos flamencos del área de su Isla de San Fernando. En una venta de su localidad natal cautivó con quince años a Alejandro Sanz, que decidió componer para ella y propició un primer contrato discográfico."Tú me camelas" se convirtió en un clásico festero y disparó las ventas de su disco de estreno, producido por Paco Ortega y cuyo título, "Entre dos puertos", ya evidenciaba su deseo de "camelar" más allá del universo flamenco. Hasta medio millón de copias colocó de sus tres primeras entregas, que la consagraron como el principal fenómeno comercial del flamenco pop para escarnio de quienes la acusaban de falta de rajo y hondura. El perfil más maduro que mostró en "María" coincidió con su boda con el músico flamenco "Chaboli", con quien trabaja desde entonces «con la complicidad que da el cariño».Temas de pop, canción melódica, bachatas, boleros, coplas y rumbas que han coproducido su marido y Nacho Mañó (Presuntos Implicados) y que María, tal y como la llaman en su ámbito más cercano, ha registrado con músicos como Josemi Carmona o el propio "Chaboli". Ambos forman parte del grupo con el que ya se encuentra embarcada en una gira.-¿Por qué ha decidido apartarse del flamenco para lanzar un disco de versiones?-Tenía ganas desde hace bastante tiempo de fusionar estilos y canciones que no tuvieran que ver con el flamenco. La idea surgió hablando con mi mánager a raíz de la versión de un tema de Sabina ("Contigo") que hice para un disco de mujeres que cantaban temas suyos. Me gustó cómo quedó y pensamos que sería bonito coger temas de fuera del flamenco para acercarlos a mi estilo. Estoy muy contenta con el resultado porque hay un poco de todo, pop con Maná y Manolo García, canción melódica con Alejandro Sanz y Luz y también canción latina, boleros y copla. La selección ha sido muy difícil; he dejado muchos temas fuera porque no quería que el disco resultara demasiado largo.-Adaptar clásicos ajenos es toda una tradición en el pop. Ya lo hicieron en su día otros artistas españoles como Miguel Bosé, Javier Álvarez…-Es que a todo el mundo le apetece cantar canciones que le gustan o que han sido especiales para él por alguna razón. Es inevitable fijarse en los clásicos. La elección de Nacho Mañó fue cosa de "Chaboli". Le apatecía coproducir con él porque, aunque sean de edades y estilos diferentes, se entienden muy bien. Todos sus álbumes tienen unas armonías muy ricas y trabajadas, es lo que más cuida en sus trabajos.-Ha incluido una versión de una rumba de Los Chichos, el grupo del padre de su marido. ¿Ha sido eso también cosa suya?-Me apetecía hacer algo de su padre (Juan Antonio Jiménez, "Jeros"); por lo que nos une y porque ese tema ("Hoy igual que ayer") siempre me ha gustado. Dio título a un disco muy importante de Los Chichos, y encima era muy especial para mí, ya que es del 78, el año en que yo nací. Había mucho donde elegir porque su padre tenía registrados más de doscientos temas y otros tantos sin registrar, así que fíjate. Además, ya había cantado antes temas suyos en el disco de homenaje que le hicieron hace tres años ("Otro Camino") y en mi anterior álbum ("Imposible").-¿Trata de mantener comercialmente el tipo alejándose del flamenco?-No tiene nada que ver porque, al margen de cómo hayan sido, todos mis discos han vendido cantidades parecidas, en torno a las 100.000 copias. El flamenco es la música que más me gusta y la que más me ha influido, pero siempre he dicho que lo que yo hago no es flamenco puro, sino otra cosa. Llevo ese arte muy dentro porque lo he mamado en casa, pero lo fusiono con otras cosas y toco con una banda con un punto más pop porque trato de gustar al mayor público posible. El flamenco puro siempre va a ser para minorías. Incluso Mercé lo adapta con cajones, palmas, versiones, bulerías. Tampoco descarto hacer un disco en el futuro muy flamenco. En música no planeo nada, me dejo llevar.-En su anterior álbum firmaba casi todos los temas. ¿Piensa seguir desarrollando su faceta de compositora?-"Chaboli" me ayudó mucho para dar ese paso, ya que también compone y toca varios instrumentos. Con él me iba enrollando con la guitarra e iban saliendo las cosas. Además, nuestro buen momento personal también fue una ayuda. Es algo que me ha costado hacer. Siempre he cantado temas de otros porque empecé muy joven, pero a la vez trataba de hacerlos míos. Ésa es la idea también con este disco; los originales están ahí, pero yo trato, con todo el respeto, de aportar mi sello.-Con "Joyas Prestadas" cumple diez años como artista. ¿Ha cambiado mucho?-He madurado, pero me reconozco porque sigo siendo muy inocente. En estos diez años, he tenido la suerte de trabajar con grandes músicos, de los que he aprendido mucho, y eso ha cambiado también mi forma de sentir la música. Al principio yo iba con mi madre a todos los sitios y pensaba que todo el mundo era muy bueno. Y luego te das cuenta de que también hay mucha falsedad. Ahora estoy más segura de mí misma, pero sigo teniendo muy cerca a la familia. Vivo en Madrid, pero siempre que puedo me escapo a Cádiz a ver a mis hermanos y a mis padres, que siguen viniendo a verme cantar cuando les pilla cerca.-Empezó a cantar cuando era sólo una cría. ¿Cuándo tuvo claro que lo suyo era la música?-Yo creo que desde siempre. Con seis o siete años, mi madre ya me llevaba a cantar por la peñas flamencas de la Isla (de San Fernando) para que me arrancara como en casa. También iba a todos los concursos que había, en los que se aprende mucho, por cierto. Aunque lo primero realmente fuerte que me pasó fue cuando Camarón me presentó en el Teatro de Andalucía de Cádiz. Guardo un gran recuerdo suyo, tengo incluso fotos con él, como la que aparecía en mi primer disco. He escuchado a mucha gente, pero Camarón ha sido el que más me ha influenciado. Es un gran orgullo haber podido cantar con él, porque era quien más he admirado, el más grande.-Poco después conocería a su padrino, Alejandro Sanz.-Sí, vino a verme cantar a la venta de Vargas y desde el principio me ayudó y fue muy cariñoso conmigo. Es una de las personas a las que más debo. Le conocí con 15 años y un tiempo después ya me fui a Madrid. Recuerdo los nervios cuando tuve que cantar ante los de la compañía para conseguir el contrato discográfico. Algo parecido a cuando canté el "Ave María" ante el Papa. Fue un gran orgullo que se acordaran de mí, pero ¿qué nervios! Pero es que eso de los nervios antes de cantar no se quita nunca.