A Nuria Roca la experiencia de Nada personal, su debut en los programas rosa, le sirvió para aprender que hay distintas fórmulas de abordar el mundo del corazón, terreno en el que se adentró hace casi dos meses con Nos pierde la fama. Teleadicta, la simpática y guapa presentadora valenciana dice estar encantada con este nuevo acercamiento al glamour que, de lunes a viernes, en sesión vespertina, hace en Cuatro, de cuyas pantallas desaparecerá temporalmente porque en septiembre dará a luz su segundo hijo. Pero, en principio, el espacio continuará su andadura en las 625 líneas.- ¿Le sirve su experiencia en "Nada personal" para "Nos pierde la fama"?- Sí. "Nada personal" demostró que se puede tocar el mundo rosa de muchas maneras. Nuestro programa da una visión diferente, con humor, de este mundo porque lo que pretendemos es que los que nos ven se enteren de lo que les ocurre a los famosos y, además, se lo pase bien. Aquí no hay moralina, no juzgamos ni insultamos porque no hace falta.- En su espacio salen artistas, gente conocida?- Sí, pero tenemos muy clara la línea que no hay que traspasar porque eso no nos gusta ni a nosotros ni a los que nos ven. Y no es otra que no sacar a las personas que no les apetece que se sepa nada de su vida privada. Es, simplemente, aplicar el sentido común, que es lo que hace falta.- Y es una cuestión de ética.- Cierto. Hay mucho cinismo por parte de todos porque nadie ve los programas del corazón y ahí están las audiencias. Yo, de vez en cuando, sí los veo. Los famosos salen donde quieren salir y nuestro objetivo es que les apetezca estar aquí, y para eso nos tenemos que hacer querer.- Pues con la que está cayendo no debe ser fácil.- Sí nos estamos dando cuenta que hay cierta actitud de desconfianza entre la gente conocida por cierto tipo de espacios.- Supongo que al ser una cadena nueva, no tendrá la presión que tenía en Antena 3, TVE1 y Tele 5.- Estamos en el 5%, como la media de Cuatro. La presión nos la imponemos nosotros porque queremos que el espacio funcione. Cuatro ha apostado por una fórmula y es la que tiene que tener confianza y paciencia, algo que en otras televisiones no existe.- ¿Se sale mucho de guión?- Muchísimo. Llum Barrera y Javier Coronas, colaboradores del programa, son muy amigos míos, somos muy cómplices. Estuve en el proyecto desde su gestación, yo expuse mis preferencias, con quien me gustaría trabajar y con quien no, porque es muy importante el equipo que te rodea. Aquí nos lo pasamos muy bien, y eso se nota, creo.- ¿Y mete mano a los guiones?- Eso es más complicado porque es un espacio diario. Para nosotros, el guión es la base, pero lo que luego sale en pantalla muchas veces no tiene nada que ver con lo que hay escrito.- Ahora hacen menos entrevistas en plató.- Es porque con el Mundial estamos menos tiempo en antena. No llegamos a la hora, estamos 40 minutos, una duración muy apropiada porque así la gente se queda con ganas de más. Pero no sé si después del Mundial volveremos a los sesenta minutos.- ¿Qué le pareció el tratamiento que se hizo de la enfermedad y muerte de Rocío Jurado?- Se saltaron muchas barreras y se saltarán más. Esto va a más. Hace unos años decíamos que estos programas eran una moda, un boom…Pero ningún directivo ha puesto coto y todo se ha disparado de manera brutal.- Entonces, ¿esto tiene solución?- Uno tiene que tener una ética y unos principios, y a partir de ahí sabe lo que tiene que hacer y lo que no. También está la gente que los ve y los responsables de las cadenas que apuestan por hacer sangre, por dar sólo malas noticias. Antes hablábamos de Rocío Jurado. Es curioso porque antes de su muerte se dispararon los índices de audiencia, pero luego, los especiales que se emitieron cuando falleció no hubo grandes audiencias. Esta es una lectura para reflexionar.- Dígame ¿usted que no haría nunca en televisión?- Lo que no me gustaría que me hicieran a mí.