Hay quienes piensan que el gateo es algo que los niños no deben hacer, porque se lastiman las rodillas, porque se ensucian y porque es mejor andar. Aquí te damos algunas razones para dejar que tu bebé gatee.
Hace unos siglos se envolvía a los bebés en gasas como una momia porque se consideraba que gatear era propio de animales.
Hoy la ciencia ha demostrado que el gateo es una fase imprescindible en el desarrollo de la persona y del cerebro pero todavía no somos suficientemente conscientes de ello.
Los expertos en desarrollo infantil, coinciden en la importancia del gateo dejando así que los niños crezcan y se desarrollen de una forma natural. Ponerles delante un andador, cuando son bebés y empiezan a moverse por sí solos, es un error muy común.
Lo ideal es permitir que el bebé se mueva por el suelo libremente, para que de esta forma empiece a gatear y a explorar su entorno. El uso de andadores en esta edad tan temprana puede ser perjudicial, ya que sus piernas aún no están preparadas para soportar todo el peso.
Es más, los expertos aconsejan estimular a los más pequeños poniendo juguetes a un corta distancia, para que se desplacen hasta alcanzarlos.
Normalmente es esta etapa tiene dos objetivos a conseguir con el gateo: o bien desplazarse para adquirir objetos y explorarlos. Incluso intentar acercarse a muebles y sillas para intentar pararse y levantarse.
Más adelante alrededor de los 9 meses comenzará a gatear con una mano levantada u ocupada por algún juguete u objeto de interés y hasta podrá subir escaleras gateando.
Lo más importante es no forzar ninguna postura, si vemos que el bebé no está preparado para gatear todavía le dejaremos que siga jugando y observaremos hasta que veamos que está preparado.
Como ves, el gateo es algo natural en los bebés que cuenta con numerosas ventajas para su desarrollo cognitivo, físico y sensorial.