A veces es complicado que nuestros hijos coman sanamente, la comida chatarra se apodera del mercado y claro una vez que conocen las grasas saturadas y el alto contenido de azúcar de algunos productos, es difícil convencerles de que la comida saludable es lo que deberían comer.
Al ver cómo incrementan los casos de obesidad infantil debemos poner manos a la obra para evitar que este problema de salud siga creciendo.
Fomentar hábitos alimenticios saludables es responsabilidad de los padres, pero nosotros como muchos otros papás nos preguntamos constantemente ¿cómo puedo enseñarle a mis hijos a comer sanamente?
De entrada te digo que a través de las acciones y comportamientos es como logramos enseñar a nuestros hijos a hacer muchas cosas entre ellas comer sano. Si desde pequeños les enseñamos, en su vida adulta ellos lo lograrán.
- Compra solo alimentos saludables.
Siempre ten en casa frutas, verduras, granos enteros y carnes libres de grasa. Al ver ese tipo de alimentos en casa será más fácil estar familiarizados con ellos, lo que hará que tengan la costumbre de comer antes que un dulce una manzana, por ejemplo.
- Come sano para que te vean
Si a los niños los obligamos a comer sanamente mientras nosotros consumimos comida no saludable, ¿qué crees que pasará? Obvio van a cuestionarte, por ejemplo por qué él debe tomar agua natural mientras tú tomas un refresco. Recuerda poner el ejemplo.
- El fast food evítalo
Sabemos que es más sencillo caer en la tentación de ir a una plaza al área de comida rápida porque tal vez tienes flojera de preparar algo en casa. No necesitas desarrollar ese hábito en tu hijos, mejor aprende recetas rápidas a realizar en casa que incluyan frutas o verduras.
- Involúcralos para cocinar.
A los niños les encanta participar en las actividades que nada tienen que ver con su rutina pero si de la tuya. Si ellos entran a la cocina a crear su propia receta sin duda la comerán. Pueden realizar una pizza saludable, sin harina por ejemplo o ensaladas o algún coctel de frutas.
- No etiquetes los alimentos
Si a ti por alguna razón no te gusta algún alimento no lo digas en voz alta, no lo etiquetes como si fuera algo desagradable. Si haces alguna cara de asco al verlo, él puede reaccionar igual que tú y tal vez si puede ser un sabor que le llegase a gustar. Cada paladar es distinto.
- Háblales de los beneficios de los alimentos
Describe las propiedades de lo que están comiendo, hazles saber qué tan importante es comer sano ya que hará que crezca fuerte y alto. A los niños les encanta aprender cosas nuevas y al contarle los beneficios de los alimentos le puede interesar.
- No menciones tu preocupación por el peso
Si eres de las obsesionadas por el peso seguro se lo puedes transmitir, evita hacer comentarios de tu peso delante de ellos, ya que puedes fomentar una obsesión que en un futuro pudiera manifestarse en un trastornos alimenticio.