Frases de madre hay miles, pero sólo algunas se nos han quedado grabadas en el inconsciente, y están listas para hacer su efecto, aunque sea de manera negativa. Es por eso que si tienes hijos debes parar la propagación de sentencias que has aprendido, y que a la larga podrían afectar el desarrollo de tus pequeños.
Así que basta de seguir diciendo las siguientes frases:
“¡No me contestes!”
Cuando regañas a tu hijo es común que le digas esto para que se quede callado, pero oh gran error. Nadie quiere que su hijo se desarrolle con una personalidad sumisa, ni que en el futuro se quede callado aunque tenga la razón. Corrige los malos comportamientos de tu hijo de una manera menos tajante.
“Si haces/terminas esto, te compro algo”
No es malo que le enseñes a tu hijo a trabajar para ganarse las cosas, pero con esta frase le estás enseñando a tu hijo que cualquier cosa que haga siempre debe tener una recompensa, así que difícilmente va a crecer con una personalidad empática y desinteresada.
“Estoy gorda”
Piensa que con esta frase tu hijo comenzará a formarse una idea de lo que es tener un cuerpo perfecto, y si te la pasas repitiendo esa frase inconscientemente tu pequeño reforzará ideas que no le corresponden, porque estará cargando con tus propios complejos.
“¡Fíjate, Te vas a caer!”
Si le dices esto a tu hijo mientras está trepando un árbol o dando un paseo en bici lo único que vas a provocar es que, en efecto, el niño o niña se caigan porque perderán la concentración y tu advertencia más bien los hará sentir inseguros en ese momento. Lo mejor es que le expliques de una manera calmada los cuidados que debe tener al hacer la actividad. Antes de que la haga.
“Eres el mejor”
Nadie dice que no motives a tu hijo a crecer en cualquier actividad que realice, pero felicitarlo en exceso podría ser contraproducente. Ya que tu hijo dejará de fijarse en cualquier beneficio que obtenga realizando sus actividades, y se enfocará únicamente en ganar esa felicitación. Es mejor que antes de decirle que es el mejor en todo, lo felicites por acciones concretas, por ejemplo: “me gustó mucho el regalo que me hiciste”. Enseña además a tu hijo a reconocer la grandeza de otros niños, claro, sin caer en comparaciones.
“No pasó nada, deja de llorar”
Esta es una de las peores frases que puedes decirle a tus hijos. Pase lo que pase debes darle importancia a sus sentimientos. Lo que para ti pudo haber sido una tontería puede que tenga mucho significado para él, así que no lo ignores con esta frase. Mejor escúchalo atentamente y ofrécele una solución.
“Ni se te ocurra hablar con extraños”
Esta frase es la más común, hasta a ti te la dijeron tus padres, pero aunque no lo creas con ella estás fomentando la desconfianza de tu hijo hacia el mundo. Sí, claro, vivimos en una época en la que confiar es difícil, pero no es lo mismo decirle que no hable con nadie extraño, a que le expliques qué cosas, datos o información son las que no tiene que compartir con cualquier persona.