En ocasiones los niños pequeños son muy apegados a sus madres, y surge lo que normalmente llamamos como ‘mamitis’.
Aunque muchos critican que los pequeños dependan tanto de su madre, un estudio ha revelado los beneficios que esto trae.
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Este fue publicado en la Revista Latinoamericana de Psicología, donde señala que se trata de un apego seguro para los niños.
Al permanecer tanto tiempo con su madre el niño puede generar mayor seguridad física y mental, además de sentirse aceptado y protegido.
Así, cuando el niño crezca su nivel afectivo será mayor y tendrá menores niveles de ansiedad y depresión.
Con su madre los niños sienten tranquilidad, confianza y seguridad, lo que les ayuda a lidiar con la angustia cuando están solos.
Así que no te preocupes por los comentarios en contra de la cercanía de tu hijo hacia a ti. Recuerda que cada niño es diferente y con el tiempo irá tomando su propia independencia.