Pediatrómetro: cuándo hay que llamar al doctor del bebé

Por Lizette Ruiz Morales

Y llegó el día del parto, todo estuvo perfecto. Ya han pasado dos días en la clínica para verificar que tu salud y la del bebé estén en óptimas condiciones. Hasta ahí todo va bien, pero ¿qué pasará cuando retomen sus vidas con un nuevo ser indefenso como responsabilidad?

En los hospitales todo es más fácil, hay doctores, enfermeras y personal capacitado para atender cualquier emergencia con el neonato. Cuando estás en casa las cosas cambian.

Cualquier llanto, signo de puntos o manchas en la piel del bebé nos alarman y corremos al pediatra, se piensa que los papás primerizos suelen exagerar el monitoreo del niño.

Como mamá, debes sentirte con toda la confianza para llamar las veces que sea necesario a tu pediatra, es mejor pecar de exagerada.

Si el llanto no cesa por más de 15 minutos, comienza por descartar malestares.

Tómale la temperatura, ofrécele alimento, revisa su cuerpo y cerca del espacio donde estuvo para eliminar probables piquetes de insectos, checa su pañal, revisa su ropa, tal vez tenga calor o por el contrario sienta frío, dale un baño.

Fíjate bien en sus movimientos, si se toca alguna parte del cuerpo, si contrae el estómago (signo de cólicos). Y si después de todo esto continua el llanto, busca la ayuda del profesional de la salud.

Debes llamarlo cuando notes vómitos y diarrea que duran más de algunas horas en un niño de cualquier edad. Granos o manchas en la piel, especialmente si también hay fiebre.

Cualquier tipo de tos o resfriado que no mejore en varios días. Dolor de oído con fiebre. Dolores punzantes o persistentes en el abdomen o el estómago. Sangre en la orina o el excremento.

Habrá muchos consejos a tu alrededor, pero debes seguir tu instinto sobre el cuidado y salud de tu pequeño.

Aun no nacen con manual, el aprendizaje es el pan de cada día en la labor de mamá.

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