Cuando un bebé llora, especialmente si es recién nacido, las posibilidades son pocas; o tienen hambre, o necesitan un cambio de pañal, o tienen frío o calor.
Sin embargo, otra opción que puede causar la angustia de muchas mamás primerizas son los cólicos.
Primero debes tratar de guardar la calma, este malestar es muy común; la National Library of Medicine calcula que 4 de cada 10 bebés lo padecen, especialmente durante los tres primeros meses de vida.
Además, los cólicos suelen desparecer luego de estos meses, y generalmente alcanzan su nivel máximo entre la sexta y octava semana.
¿Cómo saber cuando tu bebé llora por cólicos?
- Lloran a la misma hora todos los días; trata de registrar los llantos de tu bebé en un diario y observa si hay un patrón.
- Períodos de llanto de tres horas; a esto se le llama “regla de los tres”, se trata de llanto que dure alrededor de tres horas durante al menos tres días consecutivos.
- Se presentan a las tres semanas de edad o más; si el bebé es mucho más pequeño o mayor y tiene un llanto excesivo seguramente es señal de otra cosa.
- Está más cerca de gritar que de llorar; médicos han explicado que no es simplemente un alboroto, sino señales de cólicos.
- Tensan sus músculos cuando lloran; si notas que tu pequeño tiene los puños serrados, piernas encorvadas u ojos cerrados mientras llora, es casi seguro que son cólicos.
- Llanto inconsolable; no importan tus intentos de alimentarlo o acurrucarlo es probable queno puedas calmar el dolor.
- Gases, más evacuaciones y hasta vómitos; si el bebé tiene más gases de lo normal, necesita más cambios de pañales y rejurgita mucho después de las comidas, se trata de cólicos.