Primero que nada definamos ¿qué es una alergia? es una reacción del sistema inmunitario a una sustancia del ambiente llamada alérgeno.
Una vez que el niño entra e contacto con alguna de estas sustancias, ya sea que se las coma, las toque, inhale o le sean inyectadas, su organismo las detecta como un invasor peligroso y libera histaminas y otras sustancias químicas para rechazarlas.
Lo que provoca principalmente es irritación en su organismo y provocan síntomas tales como mucosidad clara (la nariz gotea con frecuencia), estornudos, comezón y tos. Los síntomas pueden ser leves o severos, intermitentes (solo se dan en ciertas temporadas) o continuos si está expuesto constantemente al alérgeno.
Es por esa razón que muchas veces confundimos las alergias con resfriados y por esa razón debes estar atenta a los síntomas. Revisa estas preguntas y si respondes a una o más de estas preguntas, es posible que tu hijo sea alérgico a algún factor ambiental y más vale que lo lleves con un especialista.
- ¿Parece tu bebé estar resfriado todo el tiempo? Los resfriados por lo general se van mejorando, y desaparecen en un periodo de siete a diez días. En cambio, las alergias perduran.
- ¿Tiene siempre la nariz tapada o goteando?
- ¿Suele mover, limpiar o empujar hacia arriba su nariz muy seguido? Los médicos llaman a este comportamiento “saludo alérgico”.
- ¿La mucosidad que le sale de la nariz es transparente y poco espesa (comparada con la mucosidad amarillo-verdosa y gruesa típica del resfriado?
- ¿Estornuda mucho?
- ¿Tiene los ojos irritados, rojos y llorosos?
- ¿Está la piel por debajo de sus ojos oscura, morada o azul? Los médicos llaman a este síntoma “ojeras alérgicas”.
- ¿Respira por la boca?
- ¿Tiene una tos seca?
- ¿Está su piel irritada o brotada con un sarpullido rojo que le produce comezón?
En todo caso consulta un alergólogo, así podrán identificar el factor que le provoca la alergia y será mucho más fácil establecer un tratamiento.