Lamentablemente los casos de diabetes infantil han aumentado, el tipo 1 de esta enfermedad es la más frecuente; ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina para regular los niveles de azúcar en la sangre.
La genética es una importante factor para el desarrollo de la diabetes, pero no lo único que la causa.
La diabetes de tipo 2 es la causada por malos hábitos alimenticios desde pequeños, junto con una vida sedentaria.
Detectarla tiempo es fundamental para realizar un diagnóstico y comenzar con el tratamiento adecuado; sin embargo, al comienzo son silenciosos, por lo que suele pasar desapercibida.
Estos son los síntomas que podrían revelar que un niño padece diabetes:
- Frecuentes ganas de orinar
- Sed constante
- Hambre excesiva
- Pérdida de peso
- Mucho cansancio y debilidad
- Irritabilidad
- Visión borrosa
- Náuseas
- Mal aliento
- Dolor de estómago frecuente
- Problemas de respiración
- En caso de las niñas, podrían contraer candidiasis, una infección vaginal, antes de la adolescencia
Aunque la sospecha sea mínima, si tu pequeño padece alguno de estos síntomas no dudes en acudir con su médico; el valorará los síntomas y te dirá si es necesario realizar los análisis de glucosa para confirmar o descartar la enfermedad.