La crianza de un hijo no es una tarea fácil pues muchas veces los niños llegan tomar las cosas muy en serio, lo cual podría causarles traumas que posteriormente podrían afectar su vida adulta.
No hablamos de que debes tratarlos con más delicadeza al momento de su regaño, o que ya no debas regañarlos, pues también, de vez en cuando, sus travesuras tienen que ser corregidas. Se trata de problemas mayores que se viven en el ambiente familiar.
Estas situaciones que pueden llegar a ser traumáticas para los niños son cuando la familia vive en un entorno lleno de violencia familiar, con adicciones o que ellos hayan sido víctimas de abuso sexual, negligencia psicológica, abandono, agresiones verbales, entre otras.
Estas, de acuerdo con una investigación del National Council of Juvenile and Family Court Judges tienden a desarrollar consecuencias graves en la vida adulta pues el ser humano busca la manera de sacar el trauma que vivió.
Es por esto que surgen comportamientos extraños cuando crecen, como tener vicios o repetir el mismo papel que vieron del agresor en su casa, aunque otras personas lo reflejan por medio de otros padecimientos como la ansiedad o depresión.
Por lo tanto, especialistas recomiendan que los padres de familia busquen formas más amenas para resolver las diferencias y tratar de llevar un ambiente sano dentro de casa.