Si por algo se caracteriza Blanca Romero es por su capacidad para sorprendernos. Un día se levanta por la mañana y decide que le aburre su larga melena y se la corta. Que se cansa del nuevo peinado y del tono moreno…, pues se hace una cresta y se lo tiñe de rubio platino.Así es ella, impulsiva e imprevisible. ¿Quieres conocer mejor a la mujer que enamoró a Cayetano Rivera? Te la enseñamos en fotos.
Pero la guapa asturiana no se queda sólo ahí, a sus 29 años y con una carrera de modelo a sus espaldas y una de cantante que ahora emprende, Blanca tiene otras muchas aspiraciones: el flamenco, escribir, interpretar… Ella misma se define como una persona inquieta y con ganas de abarcarlo todo.
Madre de una niña, que nació en 1999 fruto de una relación difícil (tanto que la pequeña no lleva el apellido de su padre), antes que con el que fuera su marido, Blanca ya había salido con otros famosos como Joaquín Cortés o Fran Rivera (hermano mayor de Cayetano). Sin embargo, sería su noviazgo y posterior matrimonio con el pequeño de los Rivera Ordóñez el que la convirtiera en protagonista del papel couché.
Aunque en el mundo de la moda ya se la conocía antes, sobre todo en Francia y Japón, donde se volvían locos con sus rasgos latinos y raciales (herencia de una abuela peruana y un abelo gitano), Blanca saltó a la fama por su relación con Cayetano Rivera, con quien acabó casándose en 2001.
Mucho ha llovido ya desde que aquella joven de 24 años consolara a su emocionada suegra Carmina Ordóñez al pie del altar, el día de su boda con Cayetano.
Una de las cosas que Blanca recuperó fue su carrera como modelo. Después de haber desfilado para prestigiosos diseñadores de la talla de Christian Lacroix, protagonizar reportajes para algunas de las revistas más importantes del mundo (como Elle) y ser imagen de la marca de ropa Cortefiel, su carrera de modelo ha vuelto a despegar. Eso sí, hay que reconocer que su nuevo look ha gustado más en otros países, como Inglaterra, que en España. A Blanca no le falta el trabajo en el país británico .
Si por algo se caracteriza Blanca Romero es por su capacidad para sorprendernos. Un día se levanta por la mañana y decide que le aburre su larga melena y se la corta. Que se cansa del nuevo peinado y del tono moreno…, pues se hace una cresta y se lo tiñe de rubio platino.
Aunque ultimamente nos hemos acostumbrado a esta imagen de mujer de “rompe y rasga”, ella no siempre fue así, o al menos no lo trasmitía a través de su imagen. Durante el tiempo que estuvo con Cayetano, su look era mucho más dulce y tranquilo, pero fue separase y todo cambió. Ahora ella misma reconoce que no tiene para nada la imagen de mujer de torero. Ni quiere tenerla, porque ahora se siente ella misma.
Entre los nuevos proyectos de la modelo -a parte de irse a vivir al campo asturiano con su hija- se encuentra el de ser cantante. De hecho hace unos meses ya presentó en una sala madrileña algunas de las canciones del que será su primer disco, compuesto íntegramente por ella.
“Soy arriesgada y radical en todo”. Así se definía Blanca en una
entrevista concedida hace unos meses.
Y no lo dudamos porque la guapa modelo no se anda con medias tintas y es una mujer con una personalidad muy fuerte que queda plasmada en su look. Nos puede gustar más o menos, pero hay que reconocer que no es fácil que un corte de pelo tan radical siente bien y ella lo ha conseguido.
No cabe duda de que Blanca es una chica muy activa y trabajadora, que a parte de sus muchas ocupaciones tiene tiempo para asistir a presentaciones, saraos varios y ser imagen de marcas publicitarias. La ex del torero es una mujer que rompe moldes y crea estilo. Pero ella es difícil de imitar porque Blanca sólo se parece a una persona: a ella misma.
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