Si te has propuesto dejar de fumar y lo ves dificil, hacerlo sin engordar es un mayor logro todavía. El deshacerse de la dependencia a la nicotina, suele producir estos efectos colaterales. Pero ¡todo tiene solución! Siguiendo unas pautas de alimentación determinadas y haciendo un poco de ejercicio no cogerás ni un kilo y ¡ganarás en salud!
Si te has propuesto dejar de fumar y lo ves dificil, hacerlo sin engordar es un mayor logro todavía. El deshacerse de la dependencia a la nicotina, suele producir estos efectos colaterales. Pero ¡todo tiene solución! Siguiendo unas pautas de alimentación determinadas y haciendo un poco de ejercicio no cogerás ni un kilo y ¡ganarás en salud!
El problema de dejar de fumar es que la nicotina quema nuestras calorías sin hacer el más mínimo esfuerzo y controla el apetito, por lo que los fumadores no son nada propensos a engordar. Por ésto, al dejar de fumar, los alimentos consumidos no se queman tan rápidamente como antes y tendemos a engordar. Otra de las razones por la que se suele aumentar de peso es que al dejar de fumar aumenta la ansiedad y el estrés, por lo que nos entran más gana de comer, es lo que se llama la alimentación compulsiva.
Para evitar coger esos temidos kilos de más, la variación en los hábitos alimenticios pueden ayudarte. ¡Aquí te damos algunas pistas para que el dejar los cigarrillos no haga aumentar tu talla!
a) Sustituye alimentos grasos y dulces por frutas y verduras llenas de vitaminas, además de hidratos de carbono y fibra, como pan integral, frutos secos (orejones, pasas, etc.), ensaladas, cereales…; b) Beber agua en los momentos de la tentación de encender un cigarro resulta muy eficaz y encima te aportará grandes beneficios para tu organismo; c) Elimina de tu dieta las grasas, como mantequillas, margarinas y embutidos. Procura comer más pescado y pollo y menos carnes rojas.
a) Debido a la ansiedad y el estrés de dejar el tabaco, se suele picar mucho entre horas; evita, en la manera de lo posible este hábito y si no puedes con ello trata de ingerir alimentos bajos en calorías (yogur natural sin azúcar, zanahorias, chicles y bebidas sin azúcar…); b) También puedes recurrir a los chicles o parches de sustitución de la nicotina, de venta en farmacias. Prueba con el regaliz en palo para frenar el apetito compulsivo; c) Está demostrado que la falta de nicotina afecta a la secreción de insulina, lo que provoca una fuerte atracción por los alimentos azucarados, así que ten cuidado para no caer en este tipo de alimentación si no quieres ganar peso rápidamente.
Unos de los antídotos perfectos para dejar el tabaco es el deporte. Lo mejor es que empieces con ejercicios muy ligeros, como paseos al aire libre o montar en bicicleta; cuando hayas cogido un poco más de hábito deportivo, prueba a practicar yogging, natación o yoga. Verás como en poco tiempo tu cuerpo empieza a responder de manera sorprendente. ¡Y comienza una vida sana sin humo!
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