Si vives en una pequeña casa, llámase un piso de 50 metros cuadrados, y te agobian los tabiques pero no tienes dinero para tirarlos, lo mejor que puedes hacer, además de reorganizar los trastos y quedarte sólo con los realmente imprescindibles, es decorarla por completo utilizando el blanco como color protagonista. ¿Por qué blanco? Porque es el color más luminoso, porque si eres limpia potencia esa sensación en tu hogar y porque, lejos de cargar el ambiente, contribuye a generar cierta sensación de amplitud.
Dormitorio Y nada mejor que un buen nórdico blanco que vele tus sueños en tu mini dormitorio. Si puedes sacarle el cabecero a la cama y utilizar vinilos, telas… para crearlo en caso de que te guste, mejor. Ganarás todavía mucho más espacio. Y si el blanco te resulta un color hospitalario, puedes utilizarlo como base y poner la nota de color y de vida con los complementos y otros objetos de decoración. Cojines, sábanas, cuadros… fíjate que en este dormitorio que hemos cogido de ejemplo hasta el cuadro que hay soy la cama es blanco total. Cocina Es el peor color para la cocina por lo sucio que es y porque precisamente la cocina es lo que más se mancha en el día a día. Pero es una buena estrategia para tenerla siempre recogida y limpia, la suciedad y el desorden saltarán más a la vista y no podrás remolonear. Además el blanco es un color tranquilo que sacará partido a toda la luz que entre en ella y probablemente cree un ambiente que te inspire a la hora de cocinar. Baño El baño también es de las habitaciones que más se usan y que peor disimulan la suciedad, por eso el blanco en ese sentido no es el color más recomendable, pero sí a la hora de ganar centímetros . Y para que no te quede muy frío, si los azulejos son blancos también, juega con los pequeños detalles.