Las mujeres somos expertas en mentir, ya sea para decirle a un chico que no o para inventar excusas. Os presentamos las mentiras más comunes de las mujeres .
Mentiras comunes de mujeres
Muchas de estas mentiras son graciosas. ¡Diviértete!
Mentiras comunes de mujeres, los hombres
“Ya no quedan hombres buenos en el mundo”. Esto hace que muchas mujeres no encuentren el amor.
Mentiras comunes de mujeres, el sexo
“El sexo cura todo”. En algunos casos servirá, pero si tu pareja nota que lo haces solo para “tapar el sol con un dedo”, todo podría empeorar.
Mentiras comunes de mujeres, las relaciones
“Seguro se sintió intimidado por mí”. ¡Esta es una de las mentiras más típicas! Mujeres que son atractivas, profesionales y soñadoras suelen creer que el motivo por el cual él no las llamó fue porque se sintió intimidado ante tanto éxito.
Mentiras comunes de mujeres, el dolor
“Tengo que calmarme, él lo hizo sin intención”. Muchas mujeres se dejan maltratar por su pareja, no caen en la realidad de las cosas.
Mentiras comunes de mujeres, creer
“Me encantaría hacerlo, pero no puedo”. La verdad es que a veces la adicción es más fuerte, pero recuerda que “creer es poder”.
Mentiras comunes de mujeres, voluntad
“No tengo fuerza de voluntad”. Caen siempre en lo mismo y les encanta el dolor. No pueden separarse de esa persona que les hace daño porque creen que la culpa es de ellas.
Mentiras comunes de las mujeres, bocadillo
“Solo una mordida y ya no más”. ¡Claro! Una gran mentira porque seguimos comiendo.
Mentiras comunes de las mujeres, ejercicio
“Mañana empiezo a hacer ejercicio”. Pasarán unos meses y seguro no lo harás. Empieza ya y no des más excusas.
Mentiras comunes de las mujeres, deporte
“Ya que hago deporte, entonces puedo comer lo que quiera”. Aunque quemes calorías no significa que puedas seguir comiendo cualquier cosa. ¡Así nunca perderás peso!
Mentiras comunes de las mujeres, el peso
“Esta balanza seguro está dañada”. La balanza nunca miente, así que esfuérzate más para poder adelgazar.
Mentiras comunes de mujeres
“Esto lo compraré porque lo utilizaré siempre”. ¡Mentira! Nos encanta convencernos de que esa prenda vale la inversión.
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