Romina Lanaro nació en Rosario (Argentina) en 1986. Con 1,80 metros de altura, pelo rubio oscuro y ojos azules, esta bella mujer ha sabido conquistar el mundo de la moda tras el año 2004.
Romina Lanaro nació en Rosario (Argentina) en 1986. Con 1,80 metros de altura, pelo rubio oscuro y ojos azules, esta bella mujer ha sabido conquistar el mundo de la moda tras el año 2004.
Las mejores revistas de moda quieren fotografiarla en sus portadas y reportajes fotográficos, y las firmas más destacadas la reclaman para sus campañas publicitarias. Así, ha sido imagen de Valentino Red, Evian y Fun&Basics, entre otras marcas.
En Europa, los clientes y diseñadores la vieron como es: sofisticada, un poco esquiva y sumamente misteriosa. Y, a los pocos días de llegar, las oportunidades empezaron a surgir: desfiles, campañas y cheques, empezaron a volar a cambio de sus horas de trabajo.
Anclada en París, rodeada de amigos, modelos y argentinos hoy Romina quiere disfrutar de la vida y organizarse para comprarle una casa a su familia e invertir sus ahorros en Buenos Aires. Tras revelar sus planes (“Ladrillos”), con cierto aire de revancha mira a la nada y dice: “La verdad es que la estoy pasando bien. Muy bien. Ya no me puedo quejar”.
“En los castings siempre me gastaban porque decían que era como una planta”, recordó Romina con buen humor, y reveló: “Era re-tímida, insegura, no hablaba con nadie”. Sin embargo, después de seis años, las cosas cambiaron: “Ahora soy más cara rota -dijo-. También estoy más relajada porque fue un cambio auténtico, de adentro y muy positivo”.
“No hago dietas ni gimnasia. Como todo el tiempo porquerías. No me queda tiempo. Sigo comprando ropa cuando voy a la Argentina y busco precios. Este es mi trabajo. Tampoco me creo el rol de la gran estrella. No va a pasar porque mi familia me educó de una manera y aprendí con gente capaz y honesta. Además, me parecería ridículo”.
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