Quizá pienses que es un tarea bastante sencilla y sin grado de dificultad. Pero si quieres que tus trastes luzcan como nuevos y además que en verdad se laven correctamente necesitas mejorar tu técnica porque probablemente estés cometiendo algún error con esta tarea. Aquí te dejamos el secreto para que lavar los trastes no sea una tarea tediosa.
El lavatrastes
Muchas personas no saben que están escogiendo el lavatrastes incorrecto. Lavar tus trastes con cualquier detergente puede que no los esté dejando limpios como tú deseas. Hay gran variedad de lavatrastes: líquidos, en gel y en polvo. Prueba con todos y con todas las marcas y ve cual te funciona y cual NO deja grasos tus trastes.
Gastar demasiada agua
Además de que debemos cuidar el agua. Dejar el grifo de la llave abierto (antes y durante) mientras enjuagamos los trastes puede afectar a que queden verdaderamente limpios.
Lo ideal es primero mojar los platos, cerrar la llave, y después enjuagarlos para así quitar cualquier rastro de suciedad, después con ayuda de más agua enjuagarlos.
Si no cierras la llave la primera vez corres el riesgo de no saber qué plato ya has lavado bien y por lo tanto dejarlos sucios.
El lavavajillas
Tu lavavajillas también necesita un baño después de cierto tiempo. Este aliado de la limpieza puede contener más de 100 millones de bacterias. Por eso necesitas lavarlo cada 2 o 3 semanas. Mete una carga vacía y límpialo con bicarbonato de sodio, sal y vinagre.
Abusas del lavatrastes
Únicamente utiliza la cantidad necesaria o la que viene en las instrucciones para un buen uso.
No cambias de esponja
La esponja es el secreto, pero no porque compres la mejor esponja o la más cara va a lavar mejor la vajilla. Todos los productos tienen un tiempo de caducidad al igual que las esponjas.
Las esponjas también alberga gérmenes y bacterias que además de afectar tu salud no dejan limpio tus trastes.