Normalmente perdemos mucho tiempo en nuestro día en tomar decisiones muy sencillas, hoy te damos algunos consejos para optimizar tus tiempos
Menos es más. Es decir, hay ocasiones en las que ocupamos mucho tiempo y energía en decisiones triviales de nuestra vida cotidiana. Siempre debemos tener en cuenta que nuestros recursos siguen siendo limitados, o nuestro tiempo, en este caso.
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Tal vez no lo llegas a notar, pero esta toma de decisiones también acarrea un estrés importante sobre nosotras. A veces sí lo notamos, lo hacemos cuando nos damos cuenta de que le están restando tiempo a otros aspectos de mayor relevancia y otra porque esas preocupaciones se convierten en una sombra.
Hay reglas y puntos a tomar en cuenta para simplificar todo esto. Lo mejor es limpiar el camino de pequeños problemas, para enfocar las energías a eso que más lo necesita. Aquí te dejamos algunos consejos para tomar las decisiones cotidianas de manera fluida y eficaz.
Tres reglas de oro para simplificar la toma de decisiones cotidiana
- Identificar y sistematizar las decisiones recurrentes: ¿Qué me voy a poner hoy?, ¿Qué me preparo para cenar? Son algunas de las decisiones que nos quitan tiempo en automático. Lo mejor es identificarlas y tomar un día para planificar todo esto, si es un sentido semanal, el domingo podría ser buena opción.
- Planificación y previsión: Debemos tener muy en claro los suministros que utilizamos, ya sean para alimentarnos, limpiar el hogar, higiene, etc. Siempre es bueno tener repuestos en este sentido para no salir a comprar de urgencia. Lo mismo pasa con las cuentas o pagos de casa, es mejor poner un día en específico para realizar nuestras obligaciones y no hacer todo en desorden y aleatorio.
- La comida: Claro que es fundamental comer, nadie puede vivir sin ello, pero la regla en este caso nos indica que no deberíamos pasar más del tiempo que ocupamos comiendo para cocinar. Hay que aprender a ajustar nuestros horarios para que esto suceda y el cocinar no se vea como una carga más en el día. Si comes fuera, ya te ahorraste ese tiempo.
Otras ideas a tomar en cuenta
- Las reglas no son para cerrar el pensamiento, sino para guiar la acción. No las debemos tomar como si no pudieran ser flexibles. Si una regla no es funcional en algún momento, mejor la omitimos.
- Las reglas mejoran las decisiones, pero no las hacen perfectas. Estas reglas ayudan a simplificar las decisiones cotidianas, aunque también podrían hacernos gastar más energía. Un ejemplo podría ser cuando planificamos nuestros atuendos de la semana y nuestro jefe nos pone cinco juntas del lunes para el martes, ahí habrá que adecuar.
- Funcionan mejor cuando les damos flexibilidad en su uso. Si funcionan, genial. Si no lo haces, habrá que revisarlas. Cada quien, dentro de su vida, tiene que darle el valor final a cada cuestión.
- No deben ser sostenidas por la fuerza de voluntad. Si de verdad te resultan funcionales, no deberían requerir fuerza de voluntad para hacerlas. Si la requieren, habrá que revisarlas otra vez.
El objetivo de estas claves es el simplificar la toma de decisiones cotidianas en nuestra vida, esto organizando mejor las ideas. También ayudan a crear conciencia sobre esas cosas triviales en las que terminamos ocupando tiempo que podríamos emplear en otras cuestiones. Recuerda que lo más valioso que tenemos es el tiempo, aprovéchalo.
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Autor: I.S.