No importa cuanto tiempo llevemos planchando, hasta las mamás más cuidadosas puede que se cometan un error al planchar.
Y sin querer puedes destruir tu ropa preferida o la de tu familia o peor aún descomponer tu aparato o si eres nueva o nuevo en esta tarea también te puede suceder. Para que esto no pase, evita estos errores comunes y sigue estos consejos.
Delicados al final
La plancha toma más tiempo para enfriarse que para calentar, así que comienza con los materiales que necesitan la temperatura más baja, como el poliéster y la seda. Trabaja poco a poco hasta llegar con el algodón y el lino. Si haces lo contrario arriesgas a que la tela se derrita.
Telas combinadas
Si la prenda está hecha de una combinación, selecciona el ajuste para el tejido más delicado. Esto ayudará a conservar la prenda y a obtener el resultado que quieres.
No usar agua de la llave
Las planchas de hoy en día pueden manejar el agua del grifo mejor que los modelos antiguos. A menos que el agua de tu área sea extremadamente dura, si vives en un lugar donde el agua es bastante pesada te recomendamos usar agua garrafón para que conserves tus prendas y sobre todo tu plancha.
Limpia tu plancha
Parecería que no es necesario, pero lo es. Aunque no sea notorio hay prendas que se derriten ligeramente y se quedan pegado en el hierro de la plancha, Si no se limpia después de usarse puede manchar las telas. Limpia la suela de hierro con una pasta de bicarbonato de sodio cuando esté fría.
Vacía la plancha
Cuando acabes de planchar toda tu ropa, quita el agua que le agregas al almacén. Esto evitará que dañes las partes internas de tu plancha o que el agua se filtre o peor aún que se oxide la suela de tu plancha.
Lugar para planchar
Los lugares para planchar no han cambiado mucho en los últimos años y es que son los funcionales para hacer el trabajo. Acondiciona el lugar para que tus telas no se dañen y la plancha se deslice como se debe.