Hay veces en las que vamos al centro comercial y sin pensarlo, encontramos los zapatos de nuestros sueños. Esos que siempre hemos querido, pero que por alguna u otra razón no hemos podido conseguir.
Entramos a la tienda, todo bien, pero al preguntar por nuestra talla nos dicen que solo hay un número más chico. ¿Qué hacer? Llevarlos solo por el gusto de tenerlos, o continuar en la búsqueda de otro par que nos haga sentir mejor.
Pero, pero, pero, esos zapatos son hermosos, los deseas y ellos te desean a ti, así que sin importar que no sean de tu talla, te los llevas, pero a la primera puesta ya te rasparon o te dejaron unas ampollas tremendas, a todas nos ha pasado, pero no tiene por qué continuar así, para ello hay algunos truquitos de los que te puedes ayudar para calzar esos zapatos que te encantaron que… no te quedan.
- Usa calcetas gruesas
Ponte unas calcetas gruesas y calienta con una secadora hasta que los zapatos te dejen de apretar. Verás que después de unos minutos te dejan de apretar.
- Alcohol
Para esto necesitas medio vaso de agua, medio vaso de alcohol y hojas de papel. Moja las hojas de papel con la mezcla y hazlas ‘bolita’ ahora rellena tus zapatos con el papel semihúmedo, luego de unos minutos podrás lucir tus zapatos nuevos.
- Congela los zapatos
Congela tus zapatos con papel periódico húmedo en su interior. Rellena el calzado como si se trataran de la horma de tus pies. Mételos dentro de una bolsa y congela. Espera 20 minutos y listo.