Es normal que a las mujeres nos encante ir de compras, nos da un gran placer estrenar zapatos o nuevas bolsas.
El problema llega cuando pasamos de compras que necesitamos a compras compulsivas, cuando empezamos a gastar lo que no tenemos y terminamos comprometiendo nuestro sueldo en cosas que no necesitamos. ¿Eres adicta a las compras?
Así que para averiguar si eres o no una compradora compulsiva, sigue leyendo…
- Tienes más de dos tarjetas de crédito.
- Justificas cada compra que haces. Si cada vez que vas a comprar algo te convences a ti misma con argumentos como “hoy no tuve un buen día” o “discutí con mi novio y esto me hará sentir mejor” estás desarrollando una adicción.
- Cualquier tienda te emociona. Si tú sientes esto al extremo y no solo cuando te diriges a una tienda, sino cuando estás cerca de algún lugar en el que puedes comprar cosas, puede que tengas una adicción.
- Esconde algo cuando lo compras para que nadie te vaya a decir algo.
- Culpabilidad después de la compra. Es normal que todos reflexionemos sobre lo que acabamos de gastar, sobre todo si compramos algo muy grande o a meses, pero si te sientes mal contigo misma por haberlo hecho es una clara señal de que algo no anda bien.
- No puedes tener ahorros. Si gastas cada peso que cae en tus manos bueno, ahí está el problema.
Las compradoras compulsivas se ven más afectadas cuando se endeudan por sus compras y, por ello, dejan de pagar lo que es realmente necesario, como la luz, agua y comida.