La creadora catalana Lydia Delgado presentó una colección delicada, con vestidos negros enrejados con formas de lazos o la sofisticación de los batines de satén para la noche. Pero juega a saltarse las normas a través de diminutos vestidos de colegiala -todas las modelos llevan zapato plano y calcetines- con puntos de picardía. El chal está descartado para la noche, y a cambio Delgado ofrece la alternativa de abrigos-chaleco que dejan ver las mangas de los vestidos.