Cinco de las 68 modelos que concurrieron este sábado a la preselección de las que desfilarán en la Pasarela Cibeles fueron rechazadas por su excesiva delgadez y no ajustarse a los patrones ?saludables? vigentes este año por primera vez. El resto pasó la criba del equipo de endocrinólogos y experto nutrticionales encargados de vigilar que ninguna tuviera un índice de masa corporal inferior al 18%.Ahora serán los diseñadores los que elijan a las maniquíes que les luzcan mejor las prendas. La 44 edición de Cibeles arranca hoy lunes con el plus de notoriedad internacional que le ha dado esta iniciativa; otras pasarelas podrían seguir esta senda y adoptar también el trinomio ?moda, belleza y salud?.En Londres, la ministra británica de Cultura, Tessa Jowell, ha pedido a los responsables de la Semana de la Moda de Londres que sigan el ejemplo de la Pasarela Cibeles y excluya de los desfiles a las modelos excesivamente delgadas.Los peores augurios sobre la deserción de modelos de primera línea no parecen haberse cumplido. ?Tops? como Eugenia Silva o Marta Español no participarán en el escaparate madrileño al no querer someterse al preceptivo examen, pero otras del mismo nivel como Madelaine Horst se subieron a la báscula sin problemas y participarán en la presentación de
las colecciones a partir de este lunes.El escrutinio médico tampoco dejó fuera a un tercio de las candidatas, como vaticinaban los agoreros.
Sólo cinco chicas, menos del 10% del total, fueron excluidas. Sus nombres se mantuvieron en secreto. Una de las rechazadas tenía un índice de masa corporal de 16; las otras cuatro tampoco alcanzaban el límite mínimo de peso y talla: de media, unos 56 kilos y 1.75 de altura para un índice del 18%.Efecto ?contagio"Cuca Solana, directora de la muestra madrileña, se mostraba satisfecha. Lejos de perjudicar a la Pasarela, el nuevo estereotipo físico exigido a las chicas, altas y delgadas pero lozanas, parece
haberle dado vuelo.Medios de comunicación de medio mundo se han interesado por las exigencias de tallaje sensato y la búsqueda de una imagen sana, que también desterrará de los desfiles los maquillajes cadavéricos y ?looks? enfermizos. «Lo ideal ?según ella? sería que se contagien otras pasarelas».