Además de ser un potente protector de labios, el bálsamo labial puede sernos muy útil en múltiples ocasiones. Y en muchos más lugares de los que imaginas.
Además de la piel de la cara, los bálsamos labiales también pueden ayudar a hidratar la piel seca y áspera en el codo pero eso no es todo, hay otros usos que seguramente no conocías.
- Alivia lesiones. Es útil para calmar los pequeños roces o lesiones superficiales que sufre la piel.
- Corrige errores de maquillaje. Aplica un poco de bálsamo labial sobre un cotonete y utilízalo para corregir pequeñas imperfecciones de maquillaje.
- Cuida las cutículas. Para cutículas más suaves y manejables, aplica sobre ellas un poco de bálsamo labial antes de dormir.
- Protector solar (en casos de emergencia). Los efectos protectores de este producto no solo son útiles para los labios, sino que también pueden servir para el resto del rostro.
- Hidrata las manos. Puedes aplicar tu bálsamo de labios sobre las zonas más secas y después frotar bien las manos para repartir el producto uniformemente.
- Suaviza las líneas de expresión. No es broma. Mediante pequeños toquecitos el bálsamo labial sobre el contorno de ojos, consigue hidratar la piel de esa zona y suavizar las líneas de expresión. Hasta antiedad resultó.
- Cubre rasguños en artículos de cuero. Úsalo sobre zapatos, bolsas, cinturones, muebles y cualquier otro elemento que ya luzca opaco y dañado.
- Cejas de ensueño. Si sufres con esos pelitos que se empeñan por ir de un lado a otro. Un poquito de bálsamo labial sobre ellos y problema resuelto.
- Sérum capilar (y sin gastar más). Es muy práctico para controlar esos cabellos rebeldes que se resisten y para combatir el encrespamiento. Actúa como un sérum capilar.
- Y se hizo el fuego. Digamos que no logras encender una fogata pero cuentas con un poco de bálsamo labial, aplícalo en una bola de algodón y enciéndelo. Este arderá al instante y conservará la llama durante más tiempo que un cerillo común. ¿Qué tal, eh?