Los vestidos ultra femeninos, plagados de vuelo y suavidad en tejidos como el raso, la seda o las muselinas marcarán la tendencia esta primavera ?verano. La modificación más interesante que incorporan este año, frente a la pasada temporada, son los drapeados y pliegues.Así por ejemplo, Alberta Ferretti y Bottega Veneta retoman las llamadas colecciones maquillaje y le añaden un toque grecorromano, basado en las proporciones de los clásicos e interminables vestidos toga. Drapeados, plisados, pliegues, recogidos y arrugados deforman los patrones holgados, ciñendo y difuminando la silueta de la mujer en un ideal de belleza que se encuentra en perfecta armonía con la naturaleza.Hermés por su parte añade a los vestidos hasta media rodilla y con escote asimétrico, tintes orientales, en un una tendencia que que huye del colorismo para posarse en los cánones del Imperio Romano y la Grecia clásica.