Señores, olvídense del traje, porque lo que de verdad se lleva es la americana. Esta es al menos la consigna de Antonio Miró. Según el diseñador catalán, «la chaqueta, y no el traje, será el nuevo símbolo de la ropa de vestir. La americana vuelve, y para quedarse».
Miró abrió ayer Pasarela Barcelona con su colección para el próximo otoño-invierno, pero sólo de hombre; ya que, debido al adelanto de fechas, no tuvo tiempo de terminar la de mujer.El desfile comenzó con un "sketch" en catalán en el que dos actores reflexionaban sobre el éxito y el fracaso y tuvo como motivo de inspiración el baile. «He tomado el baile como punto de partida. De Nureyev a Fred Astaire -explicó Miró-, porque el baile significa vitalidad y alegría».Con una paleta de colores en la que destacaban el fucsia, morado y vino, así como las gamas de grises y marrones, Miró apuesta por la chaqueta como gran estrella. Pero una chaqueta mucho más corta, una tendencia que a su juicio se mantendrá en los próximos años. «He elegido chaquetas de espiga, cheviot o pata de gallo, porque actualmente las prefiero a las lisas, que me parecen más aburridas», dijo.En cuanto a los tejidos, en su maleta predominan las confecciones de lana, terciopelo y panas ricas en colores. «He intentado sacar lo más clásico dentro de lo contemporáneo; mezclar lo antiguo con lo moderno», explicó el diseñador.Sobre la pasarela también se vieron estampados en algodones, popelín, lanas o sedas, así como prendas de chándal y calentadores que eran guiños hacia el mundo de la danza. También abrigos, prendas de lluvia y cazadoras en lanas, pieles y sintéticos