Como si a alguien se le hubiera cumplido el deseo de estar dentro del mundo de Willy Wonka, esta calle se llenó del preciado dulce para convertirse de una enorme barra de cacao.
Esto ocurrió en Alemania, donde uno de los tanques de la fábrica de chocolates DreiMeister sufrió un fallo técnico, lo que provocó una fuga de una tonelada de la golosina que desembocó por la calle en Westönnen.
Debido a las bajas temperaturas, cuando el chocolate se corrió por el pavimento de inmediato se solidificó.
Reparar este accidente en la calle fue más aparatoso de lo que se pensaba, pues para despegar el chocolate del suelo trabajaron al menos 25 bomberos con palas, y luego de eso se usó agua caliente, además de antorchas de fuego, para derretir y retirar los residuos.
El defecto en la máquina que provocó la fuga fue reparado sin mayores complicaciones, pero tuvieron que frenar la producción durante un día.
Una vez que la calle fue limpiada, el presidente de la compañía, Markus Luckey, declaró a los medios que de haber tenido este accidente cerca de Navidad entonces si “habría sido una catástrofe”.