Masha y Dasha Ledeneva son hermanas gemelas rusas de 14 años, quienes por su increíble belleza lograron iniciar una carrera dentro del modelaje, sin embargo, su sueño comenzó a nublarse cuando les exigieron bajar de peso.
Ambas pesaban 50 kilos cuando en la escuela de modelaje les dijeron que debían bajar 5 kilos para que sus huesos y pómulos fueran visibles, pues así conseguirían más sesiones de fotos.
Fue entonces cuando las jóvenes empezaron su dieta, sólo ingerían alimentos cocinados al vapor y no comían después de las 5:00 pm, así lo contó María Kokhno, una modelo y estrella de un reality show que también sufrió de anorexia.
Evidentemente esto no fue lo mejor para la salud de las hermanas, pues terminaron siendo trasladadas de urgencia y hospitalizadas en terapia intensiva en Moscú, donde ahora luchan por su vida.
Fue Kokhno, quien ahora es una activista en desórdenes alimenticios, la que hizo la denuncia a las autoridades luego de ver el estado en el que Masha y Dasha se encontraban.
De igual forma, contó que días antes las modelos habían permanecido en coma durante tres es días en otro hospital, donde luego de despertar las enviaron a su casa pese a la gravedad de su salud.
Al momento de ser internadas en terapia intensiva Dasha pesaba 36 kilogramos, mientras que su hermana Masha, 40
Lo indignante del caso no termina ahí, pues resulta que nadie estaba dispuesto en ayudar a las niñas, pese a los intentos de su madre, los hospitales las rechazaban.
“Masha puede levantarse, pero Dasha solo permanece acostada y ni siquiera puede levantar la cabeza. La madre contactó a la presentadora de televisión Elena Malysheva y al Instituto de Nutrición en Moscú, pero nadie quería lidiar con los ‘cadáveres vivos'”, contó Kokhno.
Moscow24, uno de los principales canales de televisión de la capital rusa, mostró a Kokhno con las niñas cuando ingresaron al hospital en Moscú y citó a un médico que dijo que la tarea médica “es rescatarlas de una afección en la que su corazón puede dejar de latir en cualquier momento”.
Natalia Ledeneva, la madre, expresó su angustia y desesperación por no haber podido ayudarlas antes.
“Estas niñas siempre han sido perfectas en todo, así que decidieron ser perfectas aquí también. Todo sucedió muy rápidamente (…) Estaba corriendo detrás de las dos, tratando de persuadirlas para comer. Pensé que oirían lo que estaba diciendo. Pero es ese tipo de enfermedad en la que no te escuchan, la enfermedad estaba progresando”.