Boudoir viene del francés que significa “tocador”, como se le conocía a la habitación donde las damas se preparaban, arreglaban y empolvaban para su día a día. La fotografía Boudoir es una categoría amplia, pero siempre sucede en lugares parecidos a esas habitaciones.
Se trata de imágenes sensuales pero elegantes. Toda mujer, independientemente de su edad o constitución puede transmitir dulzura y seducción. Normalmente las sesiones boudoir son un regalo especial para alguien, y esta es la ocasión perfecta. Imagina este delicado presente para tu prometido, seguro lo agradecerá (mucho).
Las sesiones Boudoir son cada vez más populares entre las novias que, además, usan sensual lencería para este íntimo momento. Las fotografías son retocadas y entregadas al novio previo al enlace. Así seguro no se arrepiente.
Las sesiones son completamente personalizadas. No se trata de simples fotos o poses ensayadas. Son imágenes íntimas en las que, si bien el fotógrafo debe participar, se convierten en un vínculo íntimo entre la mujer retratada y su pareja. Se cuida hasta el mínimo detalle, la luz, la lencería, el maquillaje, todo. Una experiencia que comienza en el momento que decides a realizar la sesión, la elección del estilo de fotografías, la selección de la localización y la lencería, hasta la experiencia durante la sesión fotográfica y la entrega de las imágenes.
La tradición del compromiso dictaba que el novio entregaba un lindo anillo mientras la novia regalaba un reloj. Había un intercambio de regalos en nombre del amor. Esta vez se trata de un detalle un tanto más osado pero que seguro es del agrado de tu novio. Y aunque Photoshop sí es un aliado de las sesiones Boudoir, la idea es mantener las imágenes lo más naturales posible. Consigue a un buen fotógrafo y permite que retrate tu mejor ángulo. Sin grandes retoques, simplemente alguno efectos de color, tonos o blancos y negros.