Hoy más que nunca, mujer prevenida vale por dos. Para no convertirte en bridezilla mantén tus ideas, tus necesidades y tu agenda claras, haz listas.
- Lista de invitados. Es importante que tu y tu pareja tengan la misma idea referente a cuan grande o íntima quieren que sea la boda. Haz una lista preliminar y depura. Después de decidir un presupuesto realista. Pueden empezar por decidir quién sería más importante para ustedes.
- Lista de invitados + novio, esposo… (nosotros no juzgamos). Haz una segunda lista en la que contemples los lugares destinados a las parejas o acompañantes de tus invitados.
- Lista de proveedores. Producto o servicio, nombre, teléfonos de contacto.
- Lista de pagos. Y por supuesto, fecha de pagos. Anexa a esta lista todos los recibos de pago que te vayan dando para tener un control total de tus finanzas.
- Lista de pendientes. Tu agenda de novia. Planea tus días, crea una ruta y no olvides incluir en tu agenda un momento para ti misma.
- Lista de las fotos que te quieres tomar. Esas que has tenido en mente por años. Entrégasela al fotógrafo y deja que el se encargue de palomear cada punto de la lista.
- Lista de locaciones. Para la ceremonia, para la recepción, para la sesión de fotos. Escribe pros y contras. Esta sencilla lista comparativa facilitará tu proceso de elección.
- Lista de tiendas para buscar el vestido. Por favor no vayas sin rumbo fijo. No pierdas tiempo en tiendas que están fuera de tu presupuesto o simplemente no se alinean a tus intereses. Anexa fotografías de tus vestidos de ensueño.
- Lista de pros y contras. Aplica para todo. Tu mejor aliada en toda toma de decisiones.
- Lista de todo lo que necesitas llevar a la fiesta. Con más razón si la ceremonia será en una ciudad diferente a la de tu residencia. Piensa en maquillaje para el retoque, un cambio de zapatos, un abrigo para el frío y, por supuesto, un kit para emergencias.