El universo bridal es amplísimo y por supuesto va más allá del blanco inmaculado. Hoy las novias son más atrevidas y apuestan por el nuevo rosa nude. Aunque mantienen los tonos pastel, la tendencia lleva a las novias a una nueva era de bodas vintage de ensueño.
Un vestido de novia solía ser color blanco (que propiamente es la suma de todos los colores), pues simbolizaba la virginidad y la pureza de quien contraía matrimonio por primera vez. Una práctica que ha perdido popularidad, primero porque el tema de la virginidad o la ausencia de ella ya no es (tan) satanizado y, después, ¿te has preguntado que pasaría entonces con quienes deciden casarse dos o más veces?
Las icónicas firmas de diseños de novias Rosa Clará y Pronovias presentaron sus propuestas en el pasado Bridal Week que tuvo lugar en Barcelona, España, modelos con colores suaves y femeninos.
Cymbeline París, Gañia Lahav, Inmaculada García, Justin Alexander y NAEEM KHAN también apostar por reinventar el clásico vestido de novia. Experimentaron con nuevos colores pero también con nuevas siluetas. Cymbeline eligió la elegancia francesa, el vibrato de encajes y las texturas propias del tafetán. Inmaculada García optó por la vaporosidad, los tonos pastel y la esencia romántica y sencilla propia de su marca. NAEEM KHAN, por su parte, eligió un estilo bohemio, los flecos, el cuello alto e, incluso, pequeños toques de color como el lavanda o el azul pálido.
Las flores fueron también preferidas por muchos diseñadores del Bridal Week, la frescura de la primavera permea la temporada de bodas.
En 2016, Pantone eligió el rosa cuarzo como la tonalidad del año, el mundo nupcial ahora lo incorpora en su paleta. El universo bridal ha evolucionado tanto que tonos como el gris y humo también se unen a la tendencia. De vistas al futuro, el rosa nude será furor.