La confianza en una misma no es una cualidad innata. Algunas tienen una altísima autoestima mientras a otras les falta de una forma brutal. Creer en ti misma es prioridad.
Y es que poner nuestro poder en manos de alguien más es muy peligroso. Muchas veces las construimos bajo lo que otros dicen de nosotros, sin importar que no sea verdad.
Crecer personal y profesionalmente es la clave del éxito y el cambio lo único constante. Gracias a lo que dicen los demás, dudamos de nuestras capacidades, actitudes, de nuestro comportamiento y perdemos la motivación. Vamos paso a paso:
- Aceptación. Concédete el derecho a tener opiniones y pensamientos. Aprópiate de quién eres y de lo que quieres (sea lo que sea). Defiende tus ideas.
- Afirmación. No busques falsear la realidad con el objetivo de agradar. Al final todo cae por su propio peso.
- El método Coué. Si funciona. Repite mañana, tarde y noche frases positivas. Creer es crear.
- El otro lado de la moneda. Centra tus energías en lo que sí vale la pena, en tus fortalezas, en tus dones y capacidades.
- Dale la bienvenida a lo nuevo. Date la oportunidad. El éxito no es para siempre y el fracaso no es el final.
- ¡Que se te resbale! Lo que otros digan sobre ti no te define. Recuerda aquella frase “Lo que Juan dice de Pedro dice más de Juan que de Pedro”.
- Afronta. En lugar de huir sin cesar de las situaciones que te hacen sentirte expuesta, hay que enfrentarse a ellas e ir a por todas.
- Ponte metas inmediatas. Además de adoptar metas ambiciosas, recuerda establecer otras a corto plazo. Ten en mente que el primer paso no te lleva a donde quieres pero te saca de donde estás.
- Sé selectiva. Por más atención a la retroalimentación positiva que a la negativa.
- Perdona y perdónate. Una forma de perder el tiempo es cuando eliges sentirte miserable.