Un nuevo estudio da esperanzas a esas personas que han sido engañadas ya que viene a sugerir, en resumidas cuentas, que el que ríe último, ríe mejor.
El 85 por ciento de la población mundial sufre o sufrió una infidelidad, es mucho más común de lo que imaginas. Pero tranquila, todo pasa y, con el tiempo, se pone mucho mejor.
Según un estudio publicado en las páginas de The Oxford Handbook of Women and Competition, la mujer que “pierde” a su pareja a manos de otra mujer atravesará un breve período de dolor y sentimiento de traición posterior a la relación, pero saldrá de esta con una mayor inteligencia a la hora de juntarse con otras parejas.
Según Craig Morris, investigador de la Universidad de Binghamton y uno de los autores del estudio, el problema es para quien se queda con el traicionero. Si no lo creen pregúntenle a Angelina Jolie.
Y que, una vez que se ha superado el primer disgusto, aquellas personas que han sido engañadas la pasan mejor que las que han engañado y, desde luego, mucho mejor que las que se han quedado con el novio o novia infiel.
Lo anterior, continúo el experto, “le permitirá a la víctima detectar las pistas en sus futuros pretendientes que pueden indicar su escaso valor”. Y es que sin duda aquellas mujeres que han sido engañadas por sus parejas suelen mostrar una mejor capacidad a la hora de detectar los comportamientos sospechosos.
Una, puede ser, ¿dos? ¡no! Todos conocemos a personas que han engañado a sus parejas y que no dudarían en volver a hacerlo con otras. Sí, chicas, lo que mal empieza mal termina.
Parece que una vez más, lo que te dijo tu mamá es cierto: “todo cae por su propio peso”. La “otra mujer”, por el contrario, se encuentra ahora en una relación con una pareja que tiene un historial demostrado de engaño.