Por simple curiosidad o por darle un empujón a tu vida sexual, el sexting (seguro) es una buena forma de encender (o reencender) la llama.
El sexting no es más que el envío de videos, mensajes o fotos de contenido sexual a través de celulares o que se publican de forma online (privada).
El sexting es toda una ciencia. Cualquiera que sea tu motivación, se trata de que conviertas a tu smartphone es tu mejor aliado sexual. Aquí las reglas de oro:
- El primer paso. Inicia con frases sutiles para poner a tu pareja sobre aviso de lo que está por suceder. Ahora, sutil no significa que no sea sexy. Sé discreta pero directa.
- Sé tú misma. Hazlo solo si te sientes cómoda. Para que sea natural debe sonar tal como tú hablas. No lo fuerces.
- Usa imágenes. La sal y la pimienta está en las imágenes sugerentes, deja siempre algo a la imaginación.
- Cuéntale todo (sí, todo). Dile qué sientes y cómo lo sientes. Sé muy detallada con tu descripción. Lo encenderás en un dos por tres.
- Alábalo. Sí, ego masculino. También puedes empezar una plática erótica describiendo qué fue lo que más te gustó de su último encuentro. No mientas, solo exalta sus habilidades (que seguro son muchas).
Sin duda es una práctica muy divertida y súper efectiva si lo que quieres es dejarlo boquiabierto pero ¡ojo! hay riesgos que no podemos dejar de lado:
- Valora hasta qué punto el destinatario merece tu confianza.
- Confirma que quien recibirá tu mensaje desea tenerlo.
- Revisa que tu celular no tenga malware.
- Decide con calma qué tipo de imagen o video deseas enviar.
- Excluye de la imagen o video partes que puedan ayudar a reconocer tu identidad.
- Adiós geolocalización.
- Elige las apps (más) seguras.
- Evita el uso de redes Wi-Fi públicas.
- Centra tu atención en lo que haces. Verifica bien qué y a quién envías.
- Elimina del celular (y de la nube si es necesario) toda evidencia.
Si el sexting se sale de control, debes saber que está tipificado como delito en el Código Penal y Federal.