Aunque creo que, hay muchos millennials y generaciones posteriores que no conocieron y no vivieron la gran dicha de chatear en una sala de chat y solo saben de estas salas de conversación escrita, por su importancia y relevancia en la historia; la buena noticia es que, los que somos xennials y para arriba, (es decir, los rucos) nosotros si conocimos esa caótica felicidad de platicar con muchas al mismo tiempo, en serio, eran muchas personas a la vez.
Y es que en los años noventas, no existían apps de ligue como Tinder, oh no señor, uno tenía que ponerse creativo en lugares como la cafetería de la esquina o hasta ligar en el trabajo para encontrar un poco de amor y romance; bueno, deja eso del ligue, conocer a nuevos amigos en esa década, era realmente complicado.
Pero todo cambio cuando llegaron los chats, estas aplicaciones, que comenzaron como programas que se alojaban en páginas web sin mucho diseño u orden, uno se logeaba con un Nick coqueto, o estúpidamente ridículo, lo que sucediera primero, algo así como “Besucona linda” y listo, la experiencia de chatear comenzaba.
Al principio los chats eran muy rústicos y permitían a todos, conversar en una misma línea; para que te des una idea, más o menos como los grupos de WhatsApp, que nadie sabe de qué habla y cada quien anda en su rollo y es súper difícil seguir la conversación.
Así eran las salas de chat.
Recuerdo que esas eran las primeras “experiencias sociales” y uno podía platicar y conocer a personas de otros países.
Me acuerdo que la persona que me introdujo al mundo de los chats, fue mi prima, un año mayor que yo, que en mis vacaciones cuando la fui a visitar, me dijo ven, dejamos de nadar en la alberca, para conocer de primera mano el poder de una computadora, y es que, en los años noventas, era inconcebible dejar de hacer algo tan divertido como estar nadando, para irte a meter a una computadora. Ahora, es difícil que nos desconecten, pero en aquellos años era al revés, y cuando mi prima me mostro un chat, lo divertidos que eran y como podías conocer personas, yo quede fascinada.
Claro, yo en ese tiempo era una catfish, aunque todavía no era inventado el termino, y yo me dedicaba por las tardes a entrar a los chats, a decir que era una exótica y bella modelo en busca de nuevos amigos, y obvio, todos me querían ligar; algo refrescante y maravilloso para una chica con problemas de sobrepeso e inadaptada.
Creo que eso es y era lo más maravilloso de los chats, el anonimato y que una persona puede reinventarse para ser alguien diferente; pero además de ser algo maravilloso, es algo peligroso y conforme paso el tiempo, quedo claro que había que tener cuidado con la seguridad y la información compartida en un chat.
Ahora, la buena noticia, es que, si después de leer esta nota ya te dieron muchísimas ganas por vivir esta experiencia, la buena noticia es que, todavía existen salas de chat serias y seguras a las cuales puedes entrar para conocer nuevos amigos de forma segura, ya sea por países, intereses, hobbies y temas, y es con el mismísimo y más famosísimo chat, del cual te estaba hablando, Latinchat que ahora es parte de Starmedia.
Solo entra y vive esta experiencia, que es inclusiva y abierta para todo el público.
Escrito por Yesica Flores del BlogdeYes.com