Y es que aunque no todos los hombres son unos dioses del sexo, ese no es motivo suficiente para que les avientes una de estas frases.
Sinceramente, no conocemos a ningún hombre que se haya tomado a bien frases como: ¿ya terminaste?, ¿es todo? En serio, ¿quién dice esas cosas en voz alta?
- “Ok, puedes irte”. Lo peor no es decir nada, ya que esto puede confundir la cabeza de la pareja.
- ¿Es todo? Para él, esta es la manera más rápida de tocar la autoestima masculina.
- ¿Ya terminaste? Es mejor evitar frases del tipo “podrías haber esperado un poco más” ya que un concepto de este tipo sólo traerá más presión y no va a resolver el problema.
- “Hey, todos cometemos errores”. Seguida de una palmadita en la espalda, epic fail!
- “Estuvo bien”, Así, a secas. Él cree que el sexo no debe ser sólo “bueno”, y señala que una simple palabra corta como “wow” puede tener un efecto más positivo, si una mujer quiere dar algún tipo de información a su pareja.
- “Tenemos que hablar”. Otra frase inconveniente, es la fatídica “tenemos que hablar” ya que no importa sobre qué es la conversación, después del sexo no es el momento de tener cierto tipo de discusión.
- ¿Te disculparás por esto? Para la terapeuta sexual Nikki Ransom, no se pueden dejar para después los elogios sobre el desempeño sexual de un hombre. “Todo lo que un hombre quiere después del sexo es apaciguar sus inseguridades”.
- “Mi ex…”. La comparación es lo peor que puede hacer después del sexo, según la terapeuta familiar Rachel Thomasian. “Como terapeuta de parejas, he visto las peleas innecesarias a causa de ella”, dijo, señalando que no todos los hombres quieren oír hablar de experiencias pasadas.
- “Te amo”. Tras una sesión de sexo casual. No, por favor.
- “Vístete, mi esposo estará aquí en 5 minutos”. Pésima idea, por donde la veas.